Que los ciudadanos entiendan que la temperatura del planeta no puede subir un grado más porque las consecuencias del cambio climático serían catastróficas y presionen al gobierno para que haga lo posible por lograrlo es el objetivo de la campaña «Ni un grado más» que esta semana ha lanzado la ONG WWF España.
La organización ambiental pide el apoyo de los ciudadanos para que exijan al Gobierno de España que defienda la inclusión en un pacto global de lucha contra el calentamiento que se pretende alcanzar en la próxima Cumbre del Clima de París, un modelo energético 100% renovable y el fin del apoyo a los combustibles fósiles.
La campaña, lanzada a través de su web, realiza una intensa labor divulgativa para que cualquier ciudadano no familiarizado con el tema comprenda qué es el cambio climático, que consecuencias tiene y qué soluciones existen para combatirlo.
WWF quiere que los gobiernos de todo el mundo, y en particular el Ejecutivo español, “sientan la presión” de la ciudadanía y se vean forzados a que el acuerdo que salga de París sea lo suficientemente ambicioso como para que la temperatura del planeta no suba más de dos grados a finales de siglo, frente a los cuatro a los que se encamina con la tendencia actual de consumo energético.
“La consecuencia de un aumento de temperatura global es la desestabilización del sistema climático, lo cual tendría importantes impactos en los ecosistemas y en nuestra forma de vida”, señala Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF.
Impactos
Afecciones a la salud (aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, o incremento del riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua); pérdida de especies, o de bosques; migraciones masivas o inseguridad alimentaria son algunas de esas consecuencias que WWF explica con “Ni un grado más“.
A España, el hecho de ser una península y de estar situado en la cuenca Mediterránea le convierte en un país extremadamente vulnerable, donde se espera mayor frecuencia e intensidad de las olas de calor, alteración de los ríos y humedales por estrés hídrico, playas en regresión con ecosistemas costeros y dunares en riesgo de desaparición, o pérdidas en el turismo y la agricultura.
Una subida de 4 ó 5 grados pondría en riesgo toda la huerta de Valencia y Murcia, así como la viticultura en el Duero, La Mancha o Navarra. Además, algunas cuencas fluviales del Mediterráneo, que ya sufren “estrés hídrico”, podrían experimentar una disminución de sus caudales y muchos humedales podrían desaparecer por completo.
En cuanto a las playas, los impactos también “están siendo visibles” ya que se encuentran en regresión y están viendo cómo desaparecen sus ecosistemas costeros y dunares.
La buena noticia es que evitar o aminorar estos impactos es posible. ¿Cómo? Invirtiendo en energías renovables y acabando con los subsidios a los combustibles fósiles sostienen desde esta ONG.“Aún estamos a tiempo de evitar las peores consecuencias del cambio climático, pero el planeta no puede esperar más. El momento de actuar es ahora porque somos la última generación que puede poner freno al cambio climático”, insiste Del Olmo.
Y añade: ‘Exigimos al Gobierno que defienda en la Cumbre del Clima de París un modelo energético 100% renovable
Fuente: EFE
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