Las fallas geológicas son fracturas por las que se mueven bloques rocosos. Se producen por fuerzas compresivas en procesos orogénicos, por lo que aparecen asociadas a pliegues, por fuerzas distensivas, por gravedad, o por fuerzas de cizalla. Las fallas son zonas de debilidad y en ellas encajan ríos y forman valles, cañones y cuencas deprimidas que forman lagos. El plano de falla es la superficie por la que se desplazan los labios o bloques; el bloque que queda por debajo del plano de falla se denomina bloque de muro, y el que queda por encima, bloque de techo. En el plano de falla se observan las estrías de falla, surcos que indican el sentido del desplazamiento de los bloques, el espejo de falla, formado por la fricción entre los bloques y el salto de falla, la distancia entre dos puntos que estaban unidos antes de actuar la falla. El salto de falla indica el sentido del desplazamiento de un bloque respecto al otro y la tasa del desplazamiento. En el plano de falla se forma la brecha de falla, un material triturado por la fricción producida por el desplazamiento de los bloques.
El desnivel en el terreno originado por el desplazamiento en vertical de uno de los bloques de la falla se denomina escarpe de falla. Produce desniveles en el terreno que en ocasiones originan cascadas de agua. Las fallas se clasifican atendiendo al sentido del desplazamiento entre los bloques: si es vertical se producen fallas normales o inversas, si es en ángulo, fallas rotacionales y si es horizontal: fallas de desgarre.
Las fallas normales, o de gravedad, se producen por fuerzas distensivas y las inversas, por fuerzas compresivas y en ellas. frecuentemente el plano de falla es curvo y se deforman las rocas formando el gancho de falla. Los cabalgamientos son fallas inversas de bajo ángulo y en ellos se dan secuencias estratigráficas invertidas, en las que los materiales más antiguos se sitúan por encima de otros más modernos. También, los pliegues se pueden romper produciendo pliegues-falla. Las fallas rotacionales son aquellas en las que uno de los bloques gira respecto al otro al desplazarse por el plano de falla y las de dirección o transcurrentes son fallas de desgarre en las que el plano de falla es vertical y los bloques se desplazan en horizontal, paralelos entre sí.
Las fallas transformantes, son fallas en dirección que son límites entre placas tectónicas, o también cortan las dorsales oceánicas. En el continente, el desplazamiento horizontal entre los bloques de las fallas transformantes puede producir secciones deprimidas, depresiones topográficas que se rellenan de agua y de sedimentos, con las llamadas cuencas tectónicas translacionales o pull-apart en inglés. Las fallas activas, en las que hay desplazamiento entre los bloques, son zonas de alta sismicidad y cuando hay movimiento entre los bloques, se producen terremotos. También hay fallas que estuvieron activas en el pasado en las que ahora no se detecta movimiento y, por lo tanto, no hay actividad sísmica. Con este video puedes aprender a diferenciar los diferentes tipos de fallas y como identificarlas.
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