De un tiempo a esta parte estamos muy centrados en la problemática de los plásticos en nuestro planeta y su difícil gestión, pero también es difícil imaginar un mundo sin textiles y sin ropa, así como los residuos generados. La industria textil también es un sector importante de la economía, proporcionando empleo a cientos de millones en todo el mundo. El sistema textil opera de forma casi completamente lineal; grandes cantidades de productos no renovables se extraen para producir elementos que a menudo se usan por poco tiempo, terminado estos residuos textiles principalmente en los vertederos o incinerados. Además en cuando se lavan, algunas prendas liberan microfibras de plástico, de las cuales alrededor medio millón de toneladas cada año contribuyen a la contaminación del océano, 16 veces más que microperlas de plástico de cosméticos.
El residuo textil está compuesto por;
- La ropa de vestir es la principal fracción presente en la composición del residuo textil, y por eso es donde están centrados todos los datos y sistemas de recogida selectiva en la actualidad.
- Ropa de casa (cortinas, mantas, sábanas…).
- Calzado.
- Complementos.
- Tapicerías.
- Deshechos de la propia industria textil.
- Bayetas, mochos de fregona…
- Y un largo etc.
En los últimos años, la generación de residuos textiles se ha multiplicado por 2, debido a diversos factores:
- En la década de los 80 la ropa usada se cedía a familiares o personas próximas.
- En la década de los 90 se empleaban canales de solidaridad comunitaria.
- El fast fashion se ha multiplicado por dos en este siglo, pero sin solución a sus residuos.
El residuo textil es el segundo más contaminante del mundo y supone ya «un grave problema» en todos los vertederos de España y del resto de Europa. En España se generan 1.000.000 toneladas anuales de residuo textil, lo que supone que es un 10% – 14% de la composición de la basura doméstica. Lo que equivale a 8 barcos mercantes con toda la Soja comercializada por EEUU en un año. En cuanto a la producción, las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la producción textil se cifra en 1.200 millones de toneladas anuales, son más que las de todos los vuelos internacionales y envíos marítimos combinados.
Con la implantación de la recogida selectiva de materia orgánica en todos los municipios españoles, obligatoria a partir de 2020, provocará que el RESIDUO TEXTIL será el principal residuo en la composición de nuestra basura. Actualmente, en España, sólo se recoge separadamente el 10% del residuo textil mediante los circuitos de recogida selectiva (retales de fabricación, recuperación por grandes distribuidores comerciales, circuitos de recogida de ropa fuera de uso ropa de vestir y calzado) como fracciones prácticamente exclusivas debido tanto a su interés humanitario como comercial, donde el 70% de la ropa reutilizable se exporta a países como Kenia, Uganda, Tanzania o Ruanda, pero empiezan a poner restricciones.
Con el objetivo de extenderse en la cadena de valor de los residuos y siguiendo los principios de un modelo de gestión basado en la Economía Circular, donde empresas privadas y la propia administración pública están inmersos en el desarrollo de proyectos cuyo objetivo es la valorización material del residuo textil presente en el RSU, su recuperación y valorización, evitando que termine en vertedero, tratarla y llevar a cabo un Upcycling.
Los proyectos, como los que se ven durante el curso de Valorización de residuos, contemplan diferentes fases de estudio y desarrollo que abarcan desde la selección del material en la línea de triaje y el estudio de los potenciales sectores de demanda, hasta la puesta en marcha de un proceso de recuperación y reciclaje del textil recuperado;
a) Cuantificación y determinación de la composición del residuo textil en un flujo de RSU.
b) Mediante un estudio del estado del arte y posteriormente mediante la realización de ensayos, se diseña y valida un proceso mecánico para la optimización del volumen de textil recuperado del RSU.
c) Una vez conocida la cantidad y composición de textil recuperado se identifican los potenciales sectores de demanda del textil recuperado o de productos fabricados a partir de dicho textil. Éstos se abordan tanto desde la perspectiva del upcycling como del downcycling. En el primer caso, se busca la reintroducción en el ciclo productivo de fibras o hilos recuperados de alta calidad (algodón, nylon, lana…) para su uso en la fabricación de nuevos tejidos en sustitución de fibras vírgenes. En contraste, el downcycling busca la fabricación de nuevos productos a partir del residuo textil recuperado (materiales no tejidos, fibras, fieltros, etc.).
d) Del contacto con los consumidores finales, se determinan los requerimientos técnicos del textil asociados a cada una de las aplicaciones de mercado (características organolépticas, nivel de aislamiento, reacción al fuego,…). A partir de aquí, se definen las tecnologías y procesos de higienización necesarios para alcanzar dichas especificaciones, teniendo en cuenta, sobre todo, el origen residual del material.
e) Por último, y como paso previo al diseño final de la línea de tratamiento y reciclaje, se deben llevar a cabo diversas pruebas de higienización y procesamiento del material en las que se han obtenido diversos demostradores.
A modo de conclusión final podemos identificar los siguientes puntos:
- El residuo textil va a ser la fracción principal de la composición de la basura doméstica.
- Recogida selectiva de residuo textil obligatoria a partir de 2025.
- Previsión más pesimista; en 2025 se tendrán que tratar al menos 500.000 t/a en plantas específicas para residuo textil en España.
- El potencial económico es superior a los 35 M€ anuales.
- Potencial negocio, el primero en desarrollar una tecnología propia será el ganador.
- Aumento de la imagen social y medioambiental corporativa.
- Reintroducción en la economía circular de nuevos productos, con valor añadido.
- Casi 400 ktCO2eq evitadas a la atmósfera anualmente.
David Canales es docente del curso Valorización de Residuos que imparte el Instituto Superior del Medio Ambiente.
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