La Ley 22/2011, de Residuos y Suelos Contaminados establece, entre otras cosas, la necesidad por parte de los Estados miembros de adoptar medidas para impulsar la recogida separada de biorresiduos (considerados éstos los residuos biodegradables de jardines y parques, residuos alimenticios y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor; así como, residuos comparables procedentes de plantas de procesado de alimentos) con vistas al compostaje y la digestión de los mismos.

Aunque desde el año 1996 (en Cataluña fundamentalmente) se han venido desarrollando distintas iniciativas recogida selectiva de la fracción orgánica, no es hasta estos últimos años,  y como consecuencia del nuevo marco legal, cuando empiezan a tener relevancia este tipo de proyectos y experiencias piloto que buscan obtener información fiable sobre este tipo de recogida. Ejemplos de ello son: Vitoria-Gasteiz, La Rioja y Navarra

De hecho y para ayudar a las entidades locales a desarrollar este tipo de recogida el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente publicó el año pasado una guía para la implantación de la recogida separada y gestión de biorresiduos de competencia municipal que proporciona una serie de instrumentos y recomendaciones para facilitar una gestión integrada y óptima de esta fracción.

Contenedor marrón en Donostia noticiasdegipuzkoa.com

Analizando las consecuencias que estas actuaciones de recogida separada de la materia orgánica  podría tener, se encuentran como  aspectos positivos:

  • Favorece la generación de una enmienda orgánica de calidad que puede ser utilizada sin los recelos que hasta el momento generaba la utilización de los compost resultantes de la separación en las plantas de tratamiento de la fracción orgánica que había sido depositada junto con otros residuos.
  • Se reduce la cantidad de residuos que se destinan a vertedero, con los consiguientes beneficios que esto ocasiona (menores emisiones asociadas a su degradación y menor generación de lixiviados en la masa de residuos),
  • Ayuda al cumplimiento de los objetivos de reciclado marcados por la normativa, ya que incrementa el porcentaje de residuos reciclados.
  • Incrementa la recuperación de otros materiales
  • Se produce la optimización del funcionamiento de las instalaciones de gestión de residuos.

Sin embargo, las dificultades que podemos identificar para la implantación de estos sistemas serían:

  • Necesidad de un mayor control en las operaciones de gestión (recogida, transporte, etc.)
  • Dificultad para romper la inercia existente en el sistema implantado y asumido de gestión de residuos.
  • Necesidad de un mayor compromiso por parte de las Administraciones, empresas de gestión de residuos y fundamentalmente de los ciudadanos, quienes normalmente son los que mayores problemas plantean a la hora de introducir cambios en los sistemas de gestión de residuos existentes.

Aunque estos pros y contras afectan más al ámbito organizativo e institucional de la recogida separada de la fracción orgánica, creo que al final el éxito o el fracaso de esta recogida y posterior gestión depende en un gran porcentaje de si la población colabora.

En este sentido, habría que valorar si la reacción de los ciudadanos frente a la introducción de un nuevo contenedor es todo lo favorable y positiva que se desearía para el éxito de la implantación de este sistema. Si bien es cierto que parte de la población probablemente esté dispuesta a aumentar las fracciones a reciclar en pos de un mayor beneficio ambiental, otra parte seguramente manifieste rechazo y no se muestre muy dispuesta a cooperar. En este estudio sobre la actitud ante la recogida selectiva de biorresiduos en un municipio de España se presentan algunos de los argumentos que emplearían como excusa los ciudadanos para motivar su no colaboración en esta nueva recogida: desconocimiento de cómo proceder, falta de espacio para ubicar el nuevo cubo, lejanía de los contenedores.

Por ello y teniendo en cuenta todo esto ¿Tú estarías dispuesto a incluir en tu casa un cubo más para separar la fracción orgánica?

María Álvarez participa como docente en el curso online del Instituto Superior del Medio Ambiente: Gestión de Residuos Urbanos