Llega el calor, y se dispara el uso de equipos de aire acondicionado, pero ¿qué pasa cuando estos equipos se convierten en residuo?
Llega el calor a nuestras ciudades y miles de ciudadanos nos refugiamos en nuestras viviendas. Durante el periodo estival la compra de equipos de aire acondicionado se dispara, pero ¿qué pasa con estos equipos cuando dejan de funcionar o se queda obsoletos?
La correcta gestión de estos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEEs) es vital para la conservación del medio ambiente, ya que estos equipos contienen sustancias potencialmente contaminantes como aceites, gases clorofluorocarburos (CFC) e hidrocloroflourocarburos (HCFC) que son los principales gases destructores de la capa de ozono y catalizadores del conocido como efecto invernadero.
Se estima que las emisiones producidas durante la mala gestión de un solo equipo de aire acondicionado podría equivaler al CO2 emitido por 250 coches circulando durante un día entero. Para que la naturaleza sea capaz de compensar estas emisiones serían necesaria 200 arboles absorbiendo CO2 durante un año.
Actualmente se estima que realizando una correcta gestión se podría recuperar el 93% del peso de los residuos de aparatos de aire acondicionado, obteniendo las distintas fracciones de recogida.
Para su correcto tratamiento, es necesario gestores autorizados para el almacenaje y el tratamiento de residuos. Te invito a que consultes más información en el curso puesto en marcha por el ISM Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs).
Ana Laforga es licenciada en Ciencias Ambientales y actualmente es docente del curso online Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos en el ISM.
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