¡Qué bien estabais en casa! – Pensaban los pájaros
¡Qué bien estabais en casa! – Pensaban los insectos
Y los ríos, y los bosques y las playas….
En realidad, no eran ellos sino nosotros, los que nos preocupamos por el entorno natural los que lo pensábamos: ¡Qué bien estaban los bosques, los pájaros, los insectos, las plantas, los árboles, los ríos, las playas, y todo lo demás cuando estábamos todos en casa!
¿Por qué?
Porque hay quien se ha tomado esta salida post-confinamiento, esta nueva libertad, como el libre albedrío montando sus propias fiestas en el entorno natural dejando un reguero de contaminación.
Durante la fiesta: contaminación acústica. Después un reguero de residuos, incluyendo la novedad: las mascarillas, aunque, en ocasiones, no sabes como han podido dejarla porque nunca la llevaron puesta, como si en «el campo» no hubiese ni leyes ni decretos ni posibilidad de contagio alguna.
Pero, entonces, te das la vuelta y hay un hilito de esperanza: Te acompaña ese grupo guiado que aguanta estoicamente la mascarilla, incluso cuesta arriba. En un punto del recorrido te cruzas con esa familia de «enmascarados» que ha salido a pasar el día disfrutando sin dejar huella, más adelante alcanzas a una pareja amantes de la fotografía, disfrutando de ese rincón…
Por suerte hay más casos: Personas que sí echaron en falta esa salida, esa ruta, etc… porque ya lo hacían antes y, por suerte, lo seguirán haciendo después de que esta nueva moda pase.
A todos nosotros, nos ha costado un poco más, por las mascarillas, las distancias y por el gentío, pero hemos seguido viviendo esos momentos inolvidables, esos que hacen que sonrías al final de la ruta y sigas sonriendo semanas después al recordarlo o ver aquella foto.
Para poder conservar el entorno natural, (y egoístamente, la posibilidad de vivir estos momentos mágicos), los que pensábamos ¡Qué bien estaba la naturaleza sin nosotros! tenemos que seguir abriendo los ojos a la sociedad, porque todos podemos sumar, algunos por profesión (educadores, guías intérpretes de la naturaleza, gestores…) y otros por devoción. Porque antes de traer a todos al medio natural, al medio rural, deben conocer dónde van y cuáles son las reglas del juego. Si no es así, más que conseguir la revitalización del medio rural nos acercaremos irremisiblemente a su pérdida.
Si queremos conseguirlo de forma efectiva, debemos mejorar nuestra comunicación. ¿Por dónde empezar? Podríamos empezar por el libro “La Isla de los 5 faros” de Ferrán Ramón-Cortés, es muy interesante y se puede resumir en 5 consejos:
– Un único gran mensaje
– Contar de forma memorable
– Con un lenguaje que conecte
– Teniendo en cuenta que el mensaje que vale es el que capta la gente
– Invitar en ver de intentar convencer
Si eres educador ambiental o guía de naturaleza, el libro te será de mucha ayuda y en el curso de Diseño de rutas interpretativas lo aplicaremos de forma práctica.
Esperemos, entre todos y con las técnicas adecuadas, transmitir nuestra pasión por el entorno natural, su valor y la necesidad de conservarlo.
Mientras tanto seguiremos disfrutando ¡Nos vemos de ruta!
Cinta Llano, ambientóloga, educadora ambiental y guía de naturaleza, es docente del Curso Guía de Naturaleza: Diseño de Itinerarios Interpretativos en el ISM.
Deja tu comentario