Algunos llevamos veinte años diciendo que el futuro es la agricultura ecológica, entre otras cosas porque combina conocimiento social, económico y ambiental. Un trinomio fundamental para poder evaluar la viabilidad futura de una idea. La última noticia relacionada con el sector en España nos refuerza en la idea. El consumidor ecológico ha madurado y ha salido de compras…
Nos hacemos eco de la noticia que EFE verde publicada a finales del pasado mes de febrero. El aumento de la demanda interna de estos productos en España en los últimos años ha permitido alcanzar en el 2015, último dato conocido, una facturación interna que lo sitúa entre los diez primeros del mundo en consumo de este tipo de productos.
Aunque no alcanzamos ni de lejos las cifras de gasto por habitante de otros países centroeuropeos, ¡está claro que día a día se incrementa las cantidad de personas de nuestro país que ELIGE comer ecológico!
Aunque España es desde hace años el primer productor ecológico de Europa y el quinto del mundo, ocupaba hasta ahora un lugar más rezagado en cuanto al consumo interno de estos productos, de los que exportaba hasta un 80 %.
Según el informe Organic in Europe, Prospects and Developments 2016 , de IFOAM EU Group, los países europeos en los que se consumen más productos ecológicos son Alemania, Francia y Reino Unido. En cifras de consumo per capita, el ranking de países europeos con mayor interés por los productos orgánicos está liderado por Suiza, Luxemburgo y Dinamarca (con España en la posición 18).
España lidera a nivel europeo la superficie destinada al cultivo de producción ecológica, con casi dos millones de hectáreas, y se sitúa en quinto lugar a nivel mundial tras Australia, Argentina, EEUU y China. Este liderazgo se debe a la extensión de nuestro país y su climatología. Porque, en realidad, Liechtenstein (30,9%) y Austria (19,4%) lideran el porcentaje de superficie productiva destinada a ecológica respecto al total de superficie agraria. Ese porcentaje en España se queda alrededor del 7%.
El reto de este sector en España es lograr que en el 2030 un 20 % del consumo interior sea de productos ecológicos. Para ayudar en este despegue se ha reclamado, desde muchos de los sectores implicados en la agricultura ecológica de España, que las administraciones primen esta producción en las licitaciones de comidas para centros educativos, residencias o instituciones oficiales. Los mercados del norte de Europa lideran el sector (en 2014) con Alemania como mercado más importante con 7.910 Mill €. Suiza encabeza el consumo per cápita con 221€/persona/año y Dinamarca con la mayor penetración en el consumo alimentario con un 7,6% de las ventas totales de alimentación.
En las políticas europeas actuales, aparte de los valores nutricionales de una alimentación con productos ecológicos, se destaca su contribución a reducir el cambio climático por la ausencia de uso de terminadas sustancias (herbicidas y fitosanitarios químicos) y productos (abonos nitrogenados de síntesis química) cuya fabricación genera importantes emisiones de gases efecto invernadero.
Hoy mismo nos acaban de enviar una foto muy interesante unos agricultores en ecológico donde se ve su campo en ecológico, la separación obligada para evitar que se contamine su cultivo de cereal y otro campo al lado en convencional. Uno de los trigales de la foto (ecológico, cultivado por Ecomanjar) no utiliza herbicidas pero basa su gestión en un buen número de tareas culturales que evitan el crecimiento de “malas hierbas”. El otro sí que utiliza sustancias químicas. Como se aprecia en la foto, se puede cultivar cereal en ecológico y los rendimientos son equiparables a los cultivos convencionales.
¿Sabrías decirnos cuál es cuál?
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