La Economía Circular trata de desvincular el crecimiento económico, de un obligado consumo de recursos naturales. En el modelo de la Economía Circular las empresas hacen todo lo posible por conservar sus recursos y aprovecharlos, evitando, en la medida de lo posible el consumo de nuevos recursos, especialmente de aquellos que pueden resultar críticos. En definitiva, es el ecodiseño llevado al máximo, pensando, desde el diseño inicial, cómo conseguirlo.
En la Economía Circular se ha acuñado un término nuevo, el “upcycling”, de difícil traducción, pero importante significado. Se trata de una reutilización creativa, en la que los co-productos, los subproductos, los materiales no útiles y los residuos se transforman en productos de mejor calidad o mayor valor ambiental. Es lo contrario del “downcycling”, en el que todo se convierte en algo de menos calidad, que es lo que con frecuencia ocurre en el reciclado, en que se extrae o se obtiene un material útil de un producto, para emplearlo en otro sistema de producción. El upcycling requiere la intervención a fondo del ecodiseño, en todas las etapas del ciclo de vida del producto.
Pues bien, hoy quiero que conozcas Pep Lemon, una ejemplar iniciativa española de Economía Circular, social y colaborativa, que te ayudará a entender bien el concepto de “upcycling”.
En el año 2016 tuve el honor de ser invitado a participar como jurado de un concurso de ecodiseño en el CONAMA. De esa manera tuve la oportunidad de conocer el proyecto de Pep Lemon, en la isla de Mallorca, que me parece un excelente ejemplo de Economía Circular, social y colaborativa, que merece ser divulgado y apoyado.
El proyecto nace en 2013, de una realidad dura, marcada por la crisis vivida a partir del año 2007:
- Cada año se perdían en Mallorca toneladas de limones que no tenían aprovechamiento, por tener una forma o un tamaño rechazados por el mercado, o por ser producciones familiares de pequeña dimensión.
- La progresiva desaparición de empresas embotelladoras en Mallorca. En 1973 había 131 empresas, pero en 2017 ya sólo quedaban 2.
- Un mercado de bebidas refrescantes acaparado en un 90% por grandes multinacionales. Pero con un pujante nacimiento de marcas locales (indie brands), muy creativas, que con ingenio y buen hacer se van haciendo un hueco en los mercados locales.
Pep Lemon es una brillante combinación de voluntades y oportunidades, que se desarrolla en la isla de Mallorca:
- En primer lugar, recogen los limones y naranjas que son rechazados por el mercado convencional. Todos provienen de fincas de la isla de Mallorca. También aprovechan las algarrobas, otro producto local en desuso, para hacer una bebida de cola local.
- Después los exprimen, con la ayuda de personas con discapacidad, que tratan cada limón y cada naranja con todo el cariño; y que gracias a esta iniciativa cuentan con un trabajo estable y útil, del que estar orgullosos.
- A continuación, embotellan el zumo (totalmente natural) en la última embotelladora independiente de las Islas Baleares. Para ello emplean envases reutilizables.
- Distribuyen su producto, mediante la colaboración de los medios de transporte de otra empresa local, en aquellos locales de la isla que entienden el proyecto, valoran un producto natural y apuestan por lo que Pep Lemon representa.
- Aprovechan la pulpa de la producción de la bebida, que podría ser un residuo, para producir mermelada de limón y naranja.
- Y para que no falte de nada, también tienen el Gin&Lemon, la combinación perfecta: zumo de limón natural, sin gas y ginebra con aromas de romero.
- Dedican un 5% de lo obtenido con la producción, al fomento de la cultura local.
Como ves, se trata de una idea sencilla, a la que no le falta de nada. Una industria local, que:
- Emplea productos que se desaprovechaban, convirtiéndolos en algo de más valor.
- Hace un producto natural, con una producción sostenible.
- Utiliza envases reutilizables.
- Tiene un contenido social, dando trabajo a personas con discapacidad, que no lo tienen nada fácil.
- Minimiza su Huella de Carbono y su Huella Ambiental, con una producción y una distribución local, que cierran el ciclo de vida del producto.
En definitiva, un ejemplo español de “upcycling”.
Otro aspecto interesante de Pep Lemon es que no tienen interés en exportar botellas fuera de Mallorca. Prefieren que otros repliquen el modelo a nivel local, utilizando recursos y creando riqueza a nivel local, de manera que se produzcan beneficios ambientales y sociales, a pequeña escala, pero en muchos lugares.
Confío que el proyecto te haya gustado tanto como a mí, y que las ganas de probar cualquier especialidad Pep te desborden, por ser un buen producto natural, que cuida su ciclo de vida completo, y un excepcional ejemplo de economía circular, local, social y colaborativa. Es difícil compendiar tantas cosas en un solo proyecto.
Pero la felicidad nunca puede ser completa, y Pep Lemon fue demandada por PepsiCo, alegando que se sentían perjudicados por que los consumidores se confundirán con los nombres, que en su opinión son demasiado similares. De momento, en octubre de 2016, los tribunales le dieron la razón al poderoso, en una discutible sentencia, pero Pep Lemon no tira la toalla.
Si la iniciativa de Pep Lemon te parece valiosa, crees que la demanda de PepsiCo es una desmesura y que Pep Lemon merece seguir adelante, quizá te interese colaborar en una campaña que pide que se respete a la empresa mallorquina.
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