El paisaje siempre ha tenido un carácter elitista por su faceta más paisajística de los parques y jardines privados restringido a las clases más pudientes e ilustradas de la sociedad pero ha sido a mediados del siglo XX que se inició una socialización del paisaje: donde “el paisaje ha dejado el medio de los poderosos, de los iniciados, de los favorecidos, hacia finales del último siglo, para conquistar las masas populares”.
La consideración jurídica del paisaje como “bien común” que emana de la Convención Europea del Paisaje y recogido, a su vez, por la Iniciativa Latinoamericana del Paisaje y, ratificado por la Carta del Paisaje de las Américas expresa el deseo de la sociedad de vivir en entornos urbanos de alta calidad paisajística.
Es un hecho comprobado los beneficios que ofrece el paisaje sobre la salud física y mental de las personas; por cuanto, cada vez existen más evidencias de su «utilidad» en la promoción, el mantenimiento y la recuperación de la salud. Además, de sus efectos positivos sobre el turismo, la cultura, la economía local, el mundo rural, la calidad estética de la ciudades, entre otros.
Muchas ciudades han dejado de ser un espacio de prosperidad e interacción social transformándose en territorios agresivos con efectos desastrosos en el medio ambiente, la calidad de vida y el capital social. En la mayoría, el paisaje, expresado a través de los espacios verdes urbanos y naturales, carece de calidad y desaparece o sufre una degradación importante; restándole su capacidad restauradora social y ambiental para los ciudadanos.
En el momento actual, el paisaje constituye un elemento fundamental para la sostenibilidad urbana con funciones productivas, sociales y ambientales, sin renunciar a las necesidades estéticas, de ocio, esparcimiento que la sociedad urbana demanda. Más que nunca, se requiere un “Paisaje para todos” equitativo, de calidad, saludable y accesible para re-definir las ciudades.
“Paisaje para todos” expresa la necesidad de la sociedad moderna de disfrutar de espacios verdes públicos de alto valor que transformen los lugares degradados y que se vele por la conservación de una forma sostenible y responsable de todos los espacios públicos.
“Paisaje para todos” expresa la responsabilidad e inclusión social de todos para fomentar la creación y mantenimiento de espacios verdes en barrios económicamente desfavorecidos para favorecer la equidad social y reducir la violencia.
“Paisaje para todos” expresa la necesidad de una planificación que enfoque paisajístico de las ciudades que ayude a reducir el aislamiento de los espacios naturales, por medio de la creación de un sistema de espacios abiertos unidos por corredores verdes, que incluya también soluciones basadas en la naturaleza (SbN) para crear ciudades más resilientes frente al cambio climático.
“Paisaje para todos” expresa la necesidad de crear huertos urbanos vecinales que promueven el consumo responsable y la sensibilización ambiental, y de paso fomentar la asociatividad, respeto a la cultura y la participación pública.
“Paisaje para todos” expresa la importancia de la participación activa de la ciudadanía en los asuntos públicos de interés general para fortalecer la cohesión social y motivación por los asuntos del paisaje condiciones elementales de mejora de la calidad de vida social, ambiental y económica de las ciudades.
“Paisaje para todos” expresa la necesidad de la puesta en valor de las relaciones afectivas, sensoriales, emotivas, simbólicas de los paisajes con los ciudadanos formando su sentido de lugar e identidad, para que prevalezca la singularidad y autenticidad en vez de la banalización de los paisajes cotidianos.
“Paisaje para todos” expresa el compromiso para el cumplimento del objetivo 11 “Ciudades y Comunidades Sostenibles” de Desarrollo Sostenible de la ONU proporcionando acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.
“Paisaje para todos” expresa la necesidad que las obras industriales e infraestructuras se inserten de una forma positiva, coherente y armónica en el paisaje, dando lugar a una mayor riqueza y diversificación del mosaico paisajístico de un territorio.
En definitiva, “Paisaje para todos” apela a gozar de un paisaje de calidad como un derecho fundamental de los ciudadanos y para la sostenibilidad de las ciudades.
En el curso ofertado desde el Instituto Superior del Medio Ambiente, sobre Paisaje e Intervención Ambiental, que se imparte en su totalidad en modalidad ON LINE, dedicaremos – en su próxima edición – especialmente atención a la discusión del paisaje en las ciudades. Además, veremos en detalle las herramientas para valorar la calidad visual del paisaje así como la normativa e instrumentos legales que se le aplican como las herramientas de gestión, ordenación y protección que permitan dar respuesta a la cada vez mayor demanda del mercado de profesionales con formación integral en este campo. Te esperamos.
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