Las redes sociales enganchan, todos lo sabemos y muchos lo sufrimos. No digo que sea lo primero que hagamos en el día, pero sí es cierto que existe esa “necesidad” de conectarnos a ellas con frecuencia para saber y ponernos al día, tanto de las noticias y cosas que han sucedido en el mundo, como de lo que les ha pasado a nuestros conocidos y amigos.
Desde la aparición del Messenger he sido usuaria de las redes y, por épocas, en mayor o menor medida siempre he participado en ellas y he estado conectada con mi entorno cercano a través esas herramientas.
Sin embargo, desde hace ya más de dos años el mundo de las redes está aún más presente en mi rutina diaria. A nivel profesional estoy permanentemente conectada. Esto se debe a que soy quien coordina y se hace cargo de la imagen y presencia del ISM en las redes sociales y quien se encarga personalmente de los perfiles en Facebook y Twitter. En este tiempo ya hay más de 1.800 y 5.500 seguidores respectivamente y me gustaría aprovechar para, desde aquí, agradecer este seguimiento a todos ellos y para trasladarles mi enorme satisfacción al ver cómo el esfuerzo y las ganas por hacer las cosas bien en el mundo 2.0 se ven recompensados con el cariño y el apoyo mostrado por tanta gente.
A nivel personal he de confesar que cada vez soy más adicta a las redes sociales (sí, reconozco que mi debilidad es Twitter). Día tras día les encuentro mayor utilidad no sólo como herramientas de ocio, sino que me gusta emplearlas para, sin estar directamente ligado a mi trabajo, mejorar poco a poco mi reputación on line como profesional del mundo del medio ambiente. De hecho, en las redes he conocido gran cantidad de profesionales y amigos que tienen mis mismos o parecidos intereses y he practicado un poco eso que ahora llaman Networking colaborando con muchos de ellos en distintos proyectos y espero que en muchos más en el futuro.
Por todos estos motivos no pierdo ninguna oportunidad de seguir avanzando en el manejo de las redes sociales e interaccionar con sus usuarios lo máximo posible. Siempre que puedo me uno a alguna de las clases o Seminarios que impartimos en el ISM sobre redes cuyos programas se adaptan y actualizan a la vez que evolucionan éstas, asisto a clases on line a través de la iniciativa Ambientenet como la que impartió hace algunas semanas Roberto Ruiz sobre “Redes Sociales para el Medio Ambiente” o participo en el Grupo del CONAMA11 sobre Redes sociales y participación ciudadana.
Si bien es cierto que las redes sociales demandan mucho tiempo, si queremos estar presentes y hacerlo de la mejor manera posible, lo fundamental es saber organizarse y contemplar esta dedicación no como una pérdida de tiempo sino como una inversión personal y profesional.
Yo voy a seguir estando, ¿Y a ti, te veo en las redes?
Y muy bien que lo haces. Enhorabuena, María.
Por supuesto, nos vemos y aprendemos en las redes.
Claro que sí Alberto, otra de las cosas positivas de las redes, constantemente aprendiendo de unos y de otros.
Las redes son una herramienta, el valor lo aportas tu María.
En ISM siempre hemos creído que nuestras redes sociales debían estar en manos de profesionales del medio ambiente y no del marketing o el periodismo ( con todos mis respetos a estos magníficos profesionales).
Muy interesante, María. Poca gente combina con tanta profesionalidad perfiles de empresa y perfiles personales. Tenemos mucho que aprender y me temo que para muchos, tu post es un buen punto de partida.
Santiago Molina
Gracias Juan y Santiago, habéis hecho que me ponga colorada. Como comentaba en Facebook y en el post, las redes tienen mucho potencial, tanto a nivel profesional como a nivel personal, y por eso creo que es fundamental darnos a conocer en ellas.