Los impactos de la energía solar sobre la biodiversidad
OTRA RENOVABLE CON GESTIÓN AMBIENTAL ESPECÍFICA
En España la energía solar está proliferando a pasos agigantados. Como queriendo recuperar un tiempo injustamente robado. Ni si quiera la pandemia de Covid-19 parece haber afectado a las perspectivas de expansión. En un corto plazo, hemos visto como el territorio nacional se ha plagado de instalaciones tanto en la práctica como en el plano, algunas de ellas de miles de hectáreas de ocupación y centenares de Mw de potencia. Es una buena noticia. Por fin una fuente de energía estratégica en la lucha contra el cambio climático y que había sido absurda e interesadamente relegada, comienza a coger fuerza y ocupar el sitio que le corresponde.
Pero su brillante futuro no debería cegarnos. La rapidez en la aprobación de los desarrollos y la ausencia de una gestión ambiental coordinada sin más medidas que la aplicación de la normativa ordinaria, augura que cometeremos los mismos errores que con la energía eólica: conseguir que sea menos sostenible de lo que puede llegar a ser. De hecho, aún seguimos esperando un grupo de trabajo estatal para la integración y la sostenibilidad de las anergias renovables. Por el momento solo contamos con tímidas, y más bien opacas, iniciativas que no han conseguido ir más allá de organizar alguna reunión a nivel nacional sin conclusiones públicas. Como con la eólica, se nos agota el tiempo de hacer las cosas bien. Y aunque es verdad que se trata de un sector cuya expansión a gran escala es reciente, tampoco debería servir de excusa para no empezar a establecer estrategias generales de control de impactos basadas en el mejor conocimiento científico disponible. De lo contrario seguiremos dando palos de ciego. Ya nos ha pasado.
AFECCIONES POCO DEFINIDAS PERO CONOCIDAS
Actualmente la información disponible sobre las afecciones de la energía solar en los ecosistemas es escasa, aunque existe consenso en que las consecuencias principales están relacionas con la alteración de los paisajes naturales donde se implanta, y la influencia directa e indirecta que esto supone en las especies. Así, se han descrito la pérdida y deterioro de los hábitats y la mortalidad de fauna como los impactos más comunes y evidentes, si bien también se han detectado otros más específicos y relacionados con las características concretas de los proyectos y ubicaciones.
Pérdida de Hábitat
Es el impacto principal y está relacionado con la implantación de las infraestructuras sobre el paisaje y la actividad que generan las plantas solares. Aunque los efectos de la pérdida y deteriro del hábitat son complejos, se podrían resumir en tres consecuencias principales:
- Fragmentación de los hábitats
Se produce por la ocupación del paisaje y la merma de su calidad en el área de ubicación. Entre los efectos se encuentran la pérdida de superficie local de hábitat, la reducción del tamaño medio de los parches, el incremento en el número de fragmentos, y el aumento de la distancia entre los fragmentos de hábitat. Sus consecuencias potenciales son la disminución de las poblaciones, la merma en la capacidad de carga y resiliencia de los hábitats, el aislamiento de los individuos y el aumento del efecto borde.
- Desplazamiento de individuos
Es consecuencia de la ocupación directa de los hábitats por las infraestructuras, pero también del incremento de las molestias por la actividad de los proyectos, la contaminación lumínica y acústica, etc. Se trata de un tipo de impacto para el que no hay patrones definidos y que parece estar asociado a las características concretas de la ubicación y de las especies presentes. Mientras algunos estudios han descrito un rechazo en aves rapaces o esteparias; la influencia sobre las aves pequeñas sigue siendo contradictoria, y se ha observado desde incrementos en sus abundancias hasta descensos en la riqueza y densidad de las poblaciones, o ausencia variaciones en especies comunes.
- Efecto barrera
Implica una reducción en la capacidad de movimiento de los individuos y en la conectividad entre los hábitats como consecuencia de la creación de barreras físicas más o mes impermeables, y de cambios en el comportamiento de los individuos producidos por la presencia de las instalaciones (cerramientos perimetrales, viales, líneas eléctricas, etc.) y las actividades asociadas (contaminación lumínica y acústica, presencia humana, etc.).
Mortalidad de Fauna
Es considerado el segundo impacto más común de la energía solar, si bien su incidencia está determinada por las propias características de los proyectos y no es homogénea en todos ellos. Afecta principalmente a las aves y normalmente está asociada a colisiones contra las infraestructuras (tendidos eléctricos, torres de concentración, cerramientos, edificaciones, etc.), y a la incidencia del flujo de calor producido por los heliostatos en las termosolares de torre central. Como cualquier otro tipo de mortalidad por infraestructuras, su influencia es mayor cuando es acumulativa y actúa sobre especies longevas, con bajas tasas de renovación, raras, con problemas de conservación o en poblaciones aisladas.
Otros impactos
Además de la pérdida del hábitat y la mortalidad, existen otros impactos que, aunque menos generalizables, también se han descrito en los proyectos de energía solar. Así, se han detectado afecciones relacionadas con la contaminación lumínica, atmosférica y acústica, los campos electromagnéticos, el uso del agua o los cambios ambientales a escala local. Incluso se han descrito impactos positivos relacionados con la diversidad vegetal y el aporte de refugios a determinadas especies de fauna. Esta variabilidad en las influencias refleja, en realidad, que la expresión y magnitud de las afecciones está condicionada por las características concretas de cada proyecto, y de las especies y hábitats existentes en las zonas de ubicación.
HACIA LA MEJOR INTEGRACIÓN POSIBLE
El conocimiento que tenemos sobre la influencia de los proyectos solares en la naturaleza es, como he dicho, parcial y aún escaso, pero contamos con suficientes herramientas como para empezar a trabajar en la dirección correcta y establecer enfoques de acción concretos. Los impactos principales están descretitos y sabemos que existen otras afecciones, tanto negativas como positivas, estrechamente ligadas a las características de cada desarrollo energético y muchas veces interrelacionadas. No es poco. O, dicho de otra forma, debería ser suficiente como para permitirnos definir directrices de evaluación generales, establecer pautas de gestión de impactos más focalizadas e identificar las necesidades de estudio futuras. A fecha de hoy vamos a ciegas, la coordinación no existe y los análisis de impacto son, en general, de dudosa calidad.
Poder valorar correctamente la influencia de la energía solar sobre los ecosistemas es la mejor forma de garantizar su integración. Y esto no solo beneficiará al medio ambiente, sino que también ahorrará costes, mejorará la competitividad, aportará valor añadido a los proyectos, evitará la discrecionalidad en las evaluaciones y garantizará la correcta mitigación de sus afecciones, entre otros beneficios. Todos ganamos. No tenemos tiempo que perder. Hay que ponerse manos a la obra.
BIBLIOGRAFÍA
A continuación os dejo algo de bibliografía específica y actualizada para aquellos que tengáis interés en ampliar la información. No obstante, os invito a estar atentos a nuevas publicaciones, pues al tratarse de un campo poco desarrollado los nuevos descubrimientos están a la orden del día.
- Boroski, B.B. 2019. Solar Energy. A Tecnology with Multi-Sacle Opportunities to Integrate Wildlife Conservation. En, Moorman, C.E., Grodsky S.M. & Rupp S.P. (Ed.). Renowable Energy and Wildlife Conservastion. John Hopskins University Press. PP 177-197.
- Harrison C., Lloyd H. & Field C. 2016. Evidence review of the impact of solar farms on birds, bats and general ecology. Manchester Metropolitan University. 125 pp.
- Hernandez R.R., Easter S.B., Murphy-Mariscal M.L., Maestre F.T., Tavassoli M., Allen E.B., Barrows C.W, Belnap J., Ochoa-Hueso R., Ravi S & Allen M.F. 2014. Environmental impacts of utility-scale solar energy. Renewable and Sustainable Energy Reviews 29: 766-779.
- Lovich J.E. & Ennen J.R. 2011. Wildlife conservation and solar energy development in the desert southwest, United States. BioScience 61(12): 982-992.
- Santos T. & Tellería J.L. 2006. Pérdida y fragmentación del hábitat: efecto sobre la conservación de las especies. Ecosistemas (2): 3-12.
- Wilson M.C., Chen X., Corlett R.T. et al. 2016. Habitat fragmentation and biodiversity conservation: key findings and future challenges. Landscape Ecology 31: 219-227.
- Moore‐O’Leary K.A., Hernandez R.R., Johnston D.S., Abella S.R., Tanner K.E., Swanson A.C., Kreitler J. & Lovich J.E. 2017. Sustainability of utility‐scale solar energy–critical ecological concepts. Frontiers in Ecology and the Environment 15(7): 385-394.
- Smith J.A., & Dwyer J.F. 2016. Avian interactions with renewable energy infrastructure: An update. The Condor: Ornithological Applications 118(2): 411-423.
- Gibson L., Wilman E.N. & Laurance W.F. 2017. How green is ‘green’ energy? Trends in Ecology & Evolution, 32(12): 922-935.
- Kosciuch K., Riser-Espinoza D., Gerringer M., Erickson W. 2020. A summary of bird mortality at photovoltaic utility scale solar facilities in the Southwestern U.S. PLoS ONE 15(4): e0232034.
Jon Domínguez es docente del curso Evaluación y Seguimiento del Impacto de los Parques Eólicos sobre la Fauna en el ISM.
Deja tu comentario