En un verano que establece récords de calor a nivel global, ha tenido lugar un, todavía más acalorado debate en torno a la aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza.
La Ley de Restauración de la Naturaleza es una de las medidas clave de Pacto Verde Europeo, y fue propuesta por primera vez el 22 de junio de 2022. La ley, no fue, sin embargo, adoptada, hasta este verano, en fecha 12 de julio tras recibir fuertes críticas y sufrir varias modificaciones.
El objetivo de esta ley es restablecer la salud, resiliencia y productividad de los ecosistemas en Europa, a través de una restauración de todos los hábitats degradados (81% de los espacios naturales según estimaciones). Para ello, se determinan medidas, jurídicamente vinculantes, entre los estados miembros, que reviertan la pérdida de biodiversidad y garanticen la restauración de al menos un 20% de los hábitats degradados en 2030 y de la totalidad en 2050. La propuesta se articula como un elemento clave dentro de la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea para 2030. Esta estrategia parte del compromiso a nivel europeo de revertir la pérdida de biodiversidad y fomentar su recuperación, y queda integrada dentro de la Convención Biológica de la Diversidad adoptada en la COP 15 que se celebró en Montreal en 2022.
Recordemos que, en Europa, más de la mitad de los humedales han desaparecido desde 1970. Casi tres cuartos de las poblaciones de peces, dos tercios de las poblaciones de anfibios, y más de la mitad de las poblaciones de aves y de insectos, incluyendo agentes vitales, como polinizadores y depredadores naturales, han desaparecido en las últimas décadas. Usando diferentes parámetros se estima que las pérdidas de biodiversidad dan lugar a una pérdida económica anual en concepto de servicios ecosistémicos que se valora entre 3,5 y 18,5 trillones de euros.
En este artículo vamos a ver qué objetivos persigue la ley de restauración de la naturaleza, las razones de su controvertida aprobación y las oportunidades que plantea para el desarrollo e implementación de “soluciones basadas en la naturaleza”.
Dentro de los objetivos principales perseguidos por la ley, se incluyen:
- Reducir en, al menos un 50% la cantidad de pesticidas químicos aplicados en diferentes ecosistemas, mejorando en la calidad de alimentaria y poniendo freno a la destrucción de la biodiversidad a la vez qué se espera que contribuya a un proceso restaurador de los suelos.
- Revertir el colapso de las poblaciones de polinizadores y promover actuaciones que fomenten un incremento de sus poblaciones antes de 2030.
- Cesar la pérdida neta de espacios verdes urbanos antes de 2030 y aumentar su presencia en un 5% en 2050. Se fija además el objetivo de garantizarf un mínimo de un 10% de la cubierta por especies arbóreas en cada, pueblo, suburbio y ciudad europea, fomentando, además una ganancia neta de infraestructuras verdes integradas en edificios y otras infraestructuras.
- Fomentar actuaciones que incrementen la biodiversidad en los agroecosistemas, y particularmente la de organismos foco, como las mariposas y aves, además de recuperar el carbono orgánico en suelos, e incrementar la biodiversidad paisajística.
- Restaurar las turberas y humedales drenados por el uso agrícola o por la explotación directa de turba.
- Aumentar la biodiversidad global de los ecosistemas forestales mejorando parámetros de conectividad, así como presencia de madera muerta, mezcla de especies y de clases de edad.
- Restaurar hábitats marinos tales como los bosques de algas, el lecho marino, y restaurar especies emblemáticas como delfines, tiburones o aves marinas.
- Eliminar barreras fluviales en la extensión del territorio europeo, permitiendo la continuidad de 25.000 km de ríos en 2030.
Controversias
Pese a la urgente necesidad de abordar el declive de biodiversidad y de los espacios naturales, las propuestas de la ley han sido consideradas, por muchos eurodiputados como inabordables o antagonistas al desarrollo económico de diferentes sectores.
En junio 2023, la ley recibió 44 votos a favor y 44 en contra, poniendo en riesgo su nacimiento, y llevando a redefinir los objetivos y ambición de la Ley para una posterior votación. Gran parte de los miembros del Parlamento Europeo se posicionaron en contra de la ley, llegando a solicitar su total rechazo, al defender que tendría consecuencias nefastas para la economía, en particular en los sectores agrícola y pesquero, que requerirían más mano de obra e inversión, implicando problemas en la continuidad de suministros alimentarios en Europa. Se alegó, además, que la ley en su forma inicial entraba en conflicto con otros puntos clave del Pacto Verde Europeo, como son el avance de la instalaciones de infraestructuras energéticas renovables. Otra reclamación fue la exigencia de una mayor transparencia en la definición de los territorios afectados por la ley. Finalmente, se ha considerado que la ley pretende aliviar en tan sólo 25 años un daños generado en extensiones temporales mucho más dilatadas, planteando un cambio excesivamente ambicioso y con escasa planificación en cuanto a los medios para conseguirlo.
Los votantes a favor, sin embargo, defienden que la adopción de la ley es de importancia capital para garantizar los esfuerzos de la lucha contra el cambio climático, mejorar la seguridad alimentaria y reducir los riesgos de desastres ambientales. Por otro lado, los beneficios económicos de desarrollar métodos de gestión de los ecosistemas más respetuosas son elevados, estimando que, por cada euro invertido, se generan al menos 8 euros de beneficios. En efecto, la recuperación de servicios ecosistémicos, como la fertilidad química del suelo, la polinización, o recuperar los bancos de pesca, altamente reducidos y en riesgo de colapso debido a las técnicas de pesca actualmente aplicadas, juegan en favor de una mejora de la economía tanto local como europea. Por otro lado, la menor dependencia de elementos tecnológicos, pesticidas y fertilizantes mejora la competitividad de pequeñas economías en oposición a los modelos de explotación masificados.
Los argumentos a favor y en contra fueron objeto de evaluación, modificando así la propuesta inicial, atenuando algunas de las propuestas más ambiciosas, y matizando cláusulas de exenciones de aplicación en los puntos más controvertidos. Por ejemplo, se plantea la posibilidad de retrasar ciertos compromisos cuando pongan en riesgo de manera importante el desarrollo económico local. Igualmente, toda inversión en energías renovables es considerada una inversión de interés público, y, por tanto, no son bloqueadas ni afectadas por esta ley. También se han aminorado algunas ambiciones en su extensión (por ejemplo, se esperaba una afectación del 30% del territorio y no del 20% en 2030).
En fecha de 12 de julio de 2023, la ley de restauración de la naturaleza fue sometida de nuevo a votación, siendo esta vez adoptada, con 336 votos a favor, 300 en contra y 13 abstenciones. Un resultado bastante modesto considerando la importancia de aprobar esta ley.
Oportunidades en el desarrollos de soluciones basadas en la naturaleza
La nueva ley establecerá objetivos de restauración y obligaciones en un amplio espectro de ecosistemas terrestres y acuáticos. Los ecosistemas con un mayor potencial de remoción y almacenamiento de carbono y aquellos capaces de prevenir o reducir el impacto de los desastres naturales como inundaciones tendrán la máxima prioridad. Hoy la nueva ley se integra en las legislaciones ya existentes de cada estado miembro, pero cubre todos los ecosistemas en lugar de quedar restringida a la directiva hábitats y a la red de espacios protegidos de la red Natura 2000, como sí sucedía con anteriores normativas europeas. Los estados miembros deberán desarrollar sus planes nacionales de restauración en estrecha colaboración con científicos, expertos técnicos, actores socioeconómicos y la ciudadanía. Todas las intervenciones, deben, además, seguir reglas específicas en cuanto al sistema de gobernanza, con la esperanza de que las leyes adoptadas consideren los compromisos entre la conservación de la biodiversidad, la protección del clima y la soberanía alimentaria sin perjuicio de las personas cuyo sustento depende de los hábitats objeto de intervención.
El objetivo es garantizar un proceso de restauración claro en 2030 que quede consolidado en 2050. Para lograrlo se prevé una inversión de más de 100 billones de euros dentro de los fondos Horizonte 2030. Estos fondos se destinarán a diferentes tipos de actuaciones en ecosistemas naturales y antropizados, incluyendo numerosas soluciones basadas en la naturaleza. Recordemos que se trata de intervenciones de infraestructura verde y azul, o esfuerzos de ingeniería ecosistémica que busque ofrecer impactos positivos para la biodiversidad, la economía, y la sociedad de manera simultánea. Incluyen intervenciones de reforestación, rewilding, restauración hídrica de cauces, agroforestería, establecimiento de lindes en zonas de cultivo, parques urbanos etc.
Para conocer más en detalle estas intervenciones y muchas otras soluciones basadas en la naturaleza y cómo pueden contribuir a lograr los objetivos del Pacto Verde Europeo y de la Ley de Restauración de la Naturaleza os recomendamos el curso “Soluciones basadas en la naturaleza y su contexto en la agenda 2030”.
EPP Group. (2023). Start over with the Nature Restoration Law. https://www.eppgroup.eu/newsroom/opinions/start-over-with-the-nature-restoration-law
European Commission. (2022a). Pacto verde: Propuestas pioneras para restaurar la naturaleza en Europa de aquí a 2050. https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_22_3746
European Commission. (2022b). Questions and Answers on Nature Restoration Law. https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/qanda_22_3747
Amendments adopted by the European Parliament on 12 July 2023 on the proposal for a regulation of the European Parliament and of the Council on nature restoration (COM(2022)0304 – C9-0208/2022 – 2022/0195(COD)), (2023). https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2023-0277_EN.html#title2
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