Si bien es cierto que la cualificación y la permanente actualización de conocimientos ha caracterizado siempre al sector ambiental, la situación vivida en los últimos años ha supuesto muchos cambios, también en lo relativo a la formación y al interés que las distintas propuestas despiertan en profesionales y empresas.
Todos los profesionales encaran su preparación y su apuesta por la formación continua en un escenario de considerable incertidumbre en el que cada vez toman mayor relevancia las habilidades personales y la aportación de valor. Este nuevo enfoque, centrado en el protagonismo de la persona en detrimento de la institución, abre infinidad de posibilidades para freelances y profesionales capaces de gestionar su propia carrera profesional, habituados a participar en diversos proyectos y a no limitar su actividad a la colaboración con un único equipo o empresa.
El Instituto Superior del Medio Ambiente nace en 2010 como la única Escuela de Negocios española especializada en facilitar al técnico de medio ambiente las herramientas y recursos que pueden ayudarle a desarrollar su labor profesional de una forma más eficaz. Esta situación nos convierte en un observador privilegiado, al tanto de las inquietudes de profesionales y futuros profesionales que se acercan a este sector con el objetivo de desarrollar su actividad con responsabilidad y criterio.
Teniendo en cuenta que hoy en día juegan un papel determinante conceptos como confianza, personalización y rigor en el trato con el cliente, las opciones en el ámbito de la formación pasan por identificar qué buscas y cómo quieres sacar adelante tu proyecto. Porque quienes nos dedicamos a la formación no podemos ser ajenos a esta realidad y tenemos que movilizar todos los recursos a nuestra disposición para satisfacer estas necesidades, debemos más que nunca reflexionar. Y esta reflexión nos lleva a considerar algunos aspectos que entendemos clave y que pueden ayudar a quien hoy tiene que elegir hacía dónde orientar su trayectoria y en qué forma. Por limitar el análisis a las cuestiones más relevantes y concretas, me permito seleccionar seis de ellos que considero imprescindibles.
A saber.
- Se está dando más protagonismo que nunca a la participación de consultores y profesionales en activo, perfiles que desarrollan su actividad diaria en el mismo ámbito de conocimiento en el que participan como docentes. El alumno demanda cada vez más conocimiento aplicado y que su paso por las aulas le ayude a saber hacer más que a conocer.
- Independientemente del coste, que siempre fue y será un factor determinante, la duración ha pasado a tomar un papel protagonista. Se buscan cursos cortos y de máxima especialización, que nos permitan diferenciarnos pero también que nos ofrezcan resultados con razonable inmediatez. El alumno diseña a menudo su propio itinerario formativo, combinando la aplicación de herramientas GIS con las consideraciones de la Evaluación Ambiental, por ejemplo, eligiendo aquellos conocimientos y herramientas que considera mejor complementan su perfil profesional.
- El formato on line abre todo un universo de posibilidades al alumno y le permite acceder a contenidos y conocimientos que de otra forma tendría restringidos. La formación presencial sigue sin embargo estando muy presente, especialmente cuando hablamos de disciplinas en las que las interacciones alumno- docente y alumno-alumno pueden ofrecer un valor añadido en términos de experiencia y conocimiento aplicado. Si a esta circunstancia le sumamos la consolidación de contactos y networking, resulta comprensible que infinidad de cursos y temáticas impartidas en formato presencial o blended-learning como las relacionadas con Cálculo de Huella de Carbono, Ahorro y Eficiencia Energética o Responsabilidad Social Empresarial, estén teniendo una excepcional aceptación y estén en permanente demanda.
- Temáticas y contenidos probablemente sean criterios prioritarios a la hora de realizar un curso o decantarse por una entidad u otra pero no son los únicos. El alumno demanda cada vez más servicios que complementen su experiencia formativa con actividades que le ofrezcan recursos, herramientas e información actualizada y contrastada. En el caso del Instituto Superior del Medio Ambiente, la Comunidad de Profesionales ISM se diseñó con el objetivo de atender esta necesidad y, cuatro años después de su puesta en marcha, son casi 20.000 los profesionales que consultan periódicamente este espacio en búsqueda de nuevos conocimientos.
- Máxima especialización y nuevos ámbitos de conocimiento parecen ser la apuesta clara en la búsqueda de diferenciación. De esta forma, aspectos relacionados con la Agricultura Ecológica, el Ecodiseño o la Sostenibilidad se han convertido en principal inquietud de un muy importante número de profesionales que quieren conocer nuevas herramientas y ampliar su ámbito de especialización.
- Por último, prestigio y credibilidad, que habiendo sido siempre aspectos clave se convierten hoy en elementos absolutamente determinantes en la medida en que van a ser seguro objeto de análisis en cualquier tipo de proceso de selección o potencial colaboración con otros profesionales. Y no sólo porque la credibilidad lleva implícita confianza, sino porque aprovechar los recursos que las distintas entidades y escuelas de negocio ofrecen en términos de contacto con docentes y alumnos supone un valor añadido que deberíamos intentar aprovechar.
En definitiva, que si los resultados después de estos primeros meses que llevamos de año pueden ser excepcionalmente alentadores y un reflejo claro de que el sector se está moviendo, es imprescindible ser más exigentes que nunca y pedir a los profesionales de la formación lo que siempre debió ser principio rector de su actividad: orientación a resultados.
Este post se publicó originalmente en la revista Agua y Medio Ambiente del diario El Economista
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