Según los últimos datos publicados y las previsiones realizadas, en los próximos años España crecerá por encima de las economías de su entorno, pero cada vez, a menor ritmo. Esto inevitablemente conlleva una menor creación de empleo y con también una menor reducción de la tasa de paro.
Los últimos datos indican que España crece, no con la fuerza que lo hizo los años consecutivos a la crisis, pero siguen viéndose cifras positivas.
La gráfica presenta la evolución y previsiones del PIB del Banco de España desde los últimos años hasta el 2022. El PIB ha registrado un descenso consecutivo desde el año 2015, pero aun ritmo muy moderado y estabilizado. Por su parte la tasa de paro también muestra un tendencia a la baja, pero a un ritmo considerablemente menor.
Según los expertos, la desaceleración de la economía española se agrava dando fin a un ciclo de claro crecimiento. Sin embargo, también destacan que estos datos no apuntan a una recesión, sino al final de un ciclo económico. Para ser más específicos y facilitar la lectura de los datos, se concluye que la economía española no está en una situación comparable a la de hace 10 años, en la que estuvo inmersa en la crisis económica más grave de los últimos años. Los desequilibrios financieros que lastraron la economía en aquellos años, ahora no existen o son más reducidos. La deuda empresarial por ejemplo, es menor y da más resistencia a la economía española, y el sistema financiero está ahora más saneado y menos expuesto al ladrillo de lo que estuvo. Si a esto se suma la parálisis de la política económica, la incertidumbre y la ausencia de medidas económicas, el resultado es la situación que se prevé para los próximos años.
En cuanto a cifras relativas a compra-venta de inmuebles y viviendas, los resultados son similares.
La evolución del número de transacciones de compraventa realizadas en los últimos años, muestra una tendencia alcista desde el final de la crisis, así como la evolución del precio de la vivienda, que registra su máxima subida en 2018 desde el año 2007.
Estos datos hacen prever una tendencia conservadora-moderadora en lo relativo a inversiones inmobiliarias, pero sin dejar atrás las previsiones alcistas, lo que conllevará sin lugar a dudas a un incremento de las operaciones de compra-venta de inmuebles en los próximos años. Además, la recuperación del sector privado y la reducción de deuda pública hacen prever un incremento del interés en nuevas operaciones inmobiliarias.
Realizar una Due Diligence de manera previa a la adquisición de un inmueble es una gran herramienta que ayuda al interesado a conocer el estado del inmueble y sus riesgos asociados que pueden suponer una gran inversión para el comprador para poner a punto el inmueble. Normalmente se realiza posteriormente a la firma de la carta de intenciones entre el comprador y el vendedor, en el que se expresa la intención del comprador de adquirir el inmueble, y previamente a la compra definitiva del mismo.
En materia ambiental, un inmueble también puede tener deficiencias importantes, que pueden suponer un importante desembolso a la hora de su puesta a punto. Cabe destacar que el aspecto medio ambiental normalmente suele ser uno de los primeros “olvidados”, en periodos en los que las apreturas económicas son tangibles.
Los grandes inversiones inmobiliarios habitualmente acuden a profesionales del sector que realizan un amplio estudio de costes-beneficios que cada uno de los activos pueden presentar. En base a los mismos, estos toman decisiones sobre las inversiones a realizar, o sobre los posibles ajustes de precio que pueden solicitar a los actuales propietarios por los posibles riesgos o deficiencias que puede presentar un inmueble.
Esta evaluación se lleva a cabo a través de la investigación o informes Due Diligence. Estos estudios permiten al inversor conocer los riesgos o carencias que tiene un inmueble determinado de forma previa a la firma del contrato de compra-venta.
Los informes Due Diligence no están recogidos en ningún texto normativo, ni son de obligado cumplimiento para el comprador. Sin embargo, sí se trata de una de las herramientas más efectivas, simples y económicas que puede realizar un gran inversor inmobiliario a la hora de ampliar su cartera de inmuebles de una manera económicamente fructuosa.
Desde hace tiempo se vienen realizando este tipo de informes, pero no ha sido hasta ahora, con la actual situación económica favorecedora para este tipo de transacciones, cuando la demanda de profesionales con conocimientos sobre la materia se ha visto incrementada.
En concreto, uno de los informes Due Diligence que destaca, es el Ambiental, en el que se evalúan aspectos tales como puntos y fuentes de riesgo ambiental que existen en un gran activo inmobiliario, normativa de aplicación en función de la situación, actividad de la instalación, aspectos que pueden suponer una limitación importante en los usos y actividades previstas, etc.
El perfil profesional de las personas que pueden realizar este tipo de evaluaciones, en concreto las Due Diligence Ambientales, parte de un profundo conocimiento en materia ambiental en general, así como de la normativa de aplicación, y de los puntos clave de un inmueble que pueden suponer deficiencias ambientales.
Gracias a las previsiones económicas, se abre por tanto una nueva oportunidad para los profesionales ambientales en el sector, que ven ampliadas sus capacidades laborales con la realización de este tipo de investigaciones.
Deja tu comentario