Según las informaciones económicas que se van conociendo en los últimos tiempos, parece que se aproxima una nueva crisis. Hace ya unos años vivimos un proceso similar que tuvo consecuencias muy negativas para el empleo, los trabajadores y las empresas. El paro aumentó mucho, se redujo el consumo y muchas empresas se vieron obligadas a cerrar. En un contexto así, queremos comentar la importancia para las organizaciones de llevar una gestión de la calidad adecuada.
Todas las empresas del mundo, por definición, tienen un sistema de gestión, su modelo de funcionamiento propio que les hace actuar de una manera u otra. De otro modo no estarían en el mercado. La diferencia está en el éxito a la hora de desarrollarlo en su actividad diaria de manera que les permita mantenerse e incluso crecer de manera eficiente.
En este sentido, la Norma ISO 9001:2015. Sistemas de gestión de la calidad, ofrece a las empresas las herramientas necesarias para enfocarse en un proceso de mejora continua que les permita adaptarse a las circunstancias externas de la economía y el mercado, así como a aplicar los cambios a nivel interno que optimicen su funcionamiento.
Evidentemente, el desarrollo e implantación de un sistema de gestión de calidad en una organización no va a conseguir por arte de magia que se dupliquen las ventas y la facturación, pero sí que va a proporcionar una metodología clara y de éxito probado sobre cómo organizarse. Esto se logrará gracias al establecimiento y cumplimiento de los distintos requisitos que nos indica la Norma ISO 9001.
Así, a nivel interno conseguiremos:
- Definición clara de las líneas de actuación de la empresa: establecimiento de los procesos que se deben desarrollar.
- Documentación del sistema: Unificación y aprobación de procedimientos con la creación de Manuales, procedimientos, formatos, instrucciones técnicas, que estarán siempre bajo control.
- Análisis del contexto de la organización, riesgos y oportunidades a nuestro alrededor e implicación directa de la dirección.
- Establecimiento de una planificación adecuada.
- Control de los recursos, tanto humanos como materiales, y mejora de los mismos mediante formación, mantenimientos, calibraciones, etc.
- Establecimiento de controles de seguimiento, indicadores y objetivos de mejora claros y concretos en las áreas de mayor preocupación.
- Detección de problemas, documentando su tratamiento y solución.
- Mejora continua mediante la medición de la satisfacción de cliente, el análisis de la información y la implantación en la empresa de una mentalidad preventiva y proactiva.
Y a nivel externo:
- Comprobación de la adecuación de nuestro sistema mediante auditorías externas.
- Obtención del certificado como demostración del cumplimiento con la Norma ISO 9001.
- Diferenciación frente a la competencia.
- Aumento del prestigio y mejora de la imagen de la organización.
- Ofrecer a clientes, proveedores y otras partes interesadas la garantía de contar con una acreditación verificada por organismos independientes ajenos a la empresa.
Gracias a todos estos factores, si bien puede que no se escape a los efectos de la crisis, sí que al menos la empresa estará en una mejor posición para afrontarla, podrá actuar en base a muchos datos de los que disponga, tendrá claro cómo actuar y podrá poner las medidas correctoras necesarias, al contar con un sistema de gestión que será de gran ayuda.
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