Ya están aquí. Quizá todavía no los encontremos en la sala alicatada al fondo a la derecha, pero, por lo menos, ya hay los criterios para hablar con propiedad de inodoros y urinarios ecológicos.
La Decisión de la Comisión de 7 de noviembre de 2013 por la que se establecen los criterios ecológicos para la concesión de la etiqueta ecológica de la UE a inodoros y urinarios de descarga, que aplica a productos de uso doméstico y no doméstico, establece, entre otros, los siguientes criterios para poder considerar ecológicas las instalaciones donde satisfacemos nuestras necesidades de evacuación:
- Eficiencia en el consumo de agua: el volumen de descarga completa de equipos de inodoros debe ser como máximo de seis litros. Si el volumen de descarga completa es superior a 4 litros estarán equipados con un dispositivo de ahorro de agua, con un volumen de descarga reducida que no será superior a 3 l/descarga. Para el caso de urinarios el volumen de descarga deberá ser menor de un litro y dispondrán de un control de descarga a petición, en el caso de urinarios de placas habrá un control de la descarga a petición para una anchura máxima de 60 cm de pared continua. Si la descarga es mediante sensores, estos impedirán la activación en falso y garantizarán que el agua sólo se libera después de haber utilizado efectivamente el producto.
- Rendimiento de los productos.
- Sustancias y mezclas prohibidas o restringidas: no podrá concederse la etiqueta ecológica de la UE a ningún producto que contengan sustancias que respondan a los criterios de clasificación con determinadas indicaciones de peligro o las frases de riesgo, entre otras, “Tóxico en contacto con la piel”.o “Puede ser nocivo para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos”. Tampoco pueden contener sustancias clasificadas como extremadamente preocupantes.
- Madera gestionada de forma sostenible como materia prima: Los componentes de madera o a base de madera utilizados en inodoros o urinarios de descarga podrán ser material reciclado o material virgen. En este último caso, la madera estará amparada por certificados válidos de gestión forestal sostenible y de cadena de custodia expedidos por un plan de certificación independiente a cargo de terceros, como los sistemas de certificación del FSC y del PEFC, o equivalente.
- Longevidad de los productos: El producto estará diseñado de modo que el usuario final o un especialista profesional pueda sustituir con facilidad sus componentes intercambiables, para lo que se facilitará información clara sobre qué elementos pueden sustituirse. El solicitante de la etiqueta ecológica para inodoros o urinarios proporcionará instrucciones claras que permitan realizar reparaciones básicas al usuario final o a especialistas formados y garantizará, además, la disponibilidad de piezas de recambio originales o equivalentes durante al menos diez años después de la fecha de compra. El producto ecológico estará cubierto por una garantía de reparación o sustitución de al menos cinco años.
- Impactos reducidos al final de la vida útil: Los componentes de plástico con un peso superior o igual a 25 gramos estarán marcados de manera que puedan identificarse los materiales para reciclado, valorización o eliminación al final de la vida útil del producto. Los urinarios sin descarga, bien utilizarán un fluido fácilmente biodegradable, bien funcionarán completamente sin fluidos.
- Instrucciones de instalación e información al usuario: El producto irá acompañado de la información al usuario y sobre la instalación pertinente con todos los detalles técnicos necesarios para realizar correctamente la instalación y con consejos sobre el uso correcto y respetuoso del medio ambiente del producto, así como sobre su mantenimiento. Como mínimo:
– instrucciones para una instalación correcta,
– información y consejos sobre cómo un uso racional puede reducir al mínimo el consumo de agua,
– indicación de que se ha concedido al producto el derecho a ostentar la etiqueta ecológica de la UE, junto con una explicación de lo que esto significa, además de la información general que figura junto al logotipo de esa etiqueta,
– el volumen de descarga completa en l/descarga, el volumen de descarga reducida y el volumen medio de descarga en l/descarga
– recomendaciones sobre el uso y el mantenimiento correctos del producto,
– si se trata de urinarios sin descarga, instrucciones sobre el régimen de mantenimiento, incluida, si procede, información sobre cómo preservar y mantener el cartucho recambiable y sobre cómo cambiarlo y cuándo, así como una lista de proveedores de servicios para el mantenimiento periódico,
– en el caso de urinarios sin descarga, recomendaciones adecuadas sobre la eliminación de los cartuchos recambiables, indicando los eventuales sistemas de recogida existentes,
– recomendaciones sobre la eliminación correcta del producto al final de su vida útil.
– Información que figura en la etiqueta ecológica de la UE.
Si bien es cierto que algunas de los criterios de esta Decisión ya se están cumpliendo por algunos de los inodoros disponibles en el mercado, o que podemos recudir el consumo de agua en el servicio con sencillas prácticas como reutilizar el agua para de otros usos para rellenar las cisternas o reducir su capacidad, disponer de un distintivo como la Etiqueta Ecológica puede ser un incentivo para fabricantes e instaladores.
Ya que nadie se libra de utilizar estos productos, qué mejor que poder hacerlo con la conciencia tranquila. La etiqueta ecológica nos permitirá saber que nuestros deshechos se depositan en un equipo de impacto ambiental reducido durante todo su ciclo de vida: durante su fabricación (sin sustancias peligrosas), su utilización (bajo consumo de agua, larga vida útil) y su desecho.
No es el caso, pero si me estuviese planteando una reforma en mi hogar o, quién sabe, acondicionar un establecimiento de alojamiento de turismo rural para una nueva aventura de emprendimiento, buscaría, sin lugar a dudas, unos inodoros y urinarios ecológicos.
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