Desde el año 1993, la Administración española puso en marcha un Programa cuyo objetivo era recuperar los antiguos trazados ferroviarios en desuso para su utilización como caminos para peatones, senderistas y bicicletas prioritariamente.
En el año 1996, esta actividad se enmarcó en el Programa de Caminos Naturales al incorporar otros itinerarios distintos a los trazados ferroviarios, incorporando otras infraestructuras de transporte que también habían quedado obsoletas a pesar de su gran influencia en épocas pasadas como son los caminos reales, las vías pecuarias, los caminos de sirga, los senderos de montaña y de ribera y los caminos de conservación de antiguos canales.
La red de itinerarios naturales busca dotar a toda la geografía española de una red de caminos de largo recorrido que articule el territorio, por lo que las competencias en la marcha de esta red pertenecen al conjunto de administraciones territoriales, autonómicas y locales, y en ella participan también múltiples administraciones con competencias sectoriales.
El importante esfuerzo presupuestario que se está realizando por parte de las Administraciones públicas para la puesta en valor de este tipo de itinerarios, y sus efectos sobre los aspectos económicos, sociales y ambientales en el medio rural, en definitiva, sobre el desarrollo rural sostenible, hace necesario disponer de un sistema de indicadores que permitan evaluar cuantitativa y cualitativamente la tarea realizada y que se puedan obtener a un costo razonable.
Han de ser una herramienta fundamental para conocer la realidad de los caminos naturales e itinerarios no motorizados y sus tendencias, para así poder introducir medidas correctoras y poderlas evaluar posteriormente. En definitiva, los indicadores han de permitir apreciar los resultados concretos de las acciones emprendidas entre periodos de tiempo diferentes