Los departamentos de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes y de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, han puesto en marcha el Manual de Buenas Prácticas Medioambientales cuyo objetivo es conseguir mejoras en la integración de los aspectos medioambientales en las obras relacionadas con las carreteras de titularidad de la Comunidad Autónoma de Aragón.
La búsqueda del desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático justifican que en el diseño, contratación, ejecución y mantenimiento de las obras públicas no sea suficiente cumplir con los requisitos exigidos por la normativa medioambiental de aplicación, incluyendo, en su caso las prescripciones de la declaración de impacto ambiental.
Las buenas prácticas ambientales no deben basarse tanto en cambios y/o mejoras de las tecnologías o infraestructuras, sino que se deberían apoyar en la mejora de los hábitos de trabajo, lo que significa que el componente personal y de sensibilización es clave para su implantación.
La buena gestión ambiental es resultado de la adecuada cualificación, formación y sensibilización de los trabajadores.
En este sentido, es fundamental la eficacia en el uso de los recursos materiales o energéticos y la aplicación del principio de jerarquía en la gestión de residuos, dando prioridad a su reducción en origen, reutilización, reciclado y valorización frente a su eliminación.
En la ejecución de las obras de carreteras, se dará preferencia a partir de ahora a la reutilización de los residuos generados en la propia obra y al uso de materiales reciclados (polvo de neumáticos, residuos de construcción y demolición, escorias de acería, polímetros, etc) frente al uso de otros materiales, siempre que su utilización sea técnica y económicamente viable.
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