El paisaje, más que como un nuevo condicionante para las políticas del agua, debe ser entendido como un elemento cualificador de los espacios fluviales y sus entornos, con notables potencialidades parar generar sinergias positivas entre la calidad ambiental, el desarrollo socio económico y el bienestar social.
Los paisajes fluviales constituyen ámbitos de enorme complejidad y singularidad que deben ser abordados de manera específica por las incipientes políticas del paisaje. Las experiencias estéticas que suscitan en numeros ocasiones los recursos hídricos y los espacios que conforman su entorno, los ignificados y las connotaciones históricas y culturales que les han sido asignadas tradicionalmente por las poblaciones, o su funcionalidad como ámbitos de esparcimiento y ocio para numerosos colectivos socilaes constituyen argumentos suficientes que deben ser considerados en las intervenciones públicas y privadas en el espacio fluvial.
Este estudio representa un primer paso en la aplicación del Convenio Europeo del Paisaje a la cuenca del Guadalquivir. Incluye una caracterización paisajística de la cuenca, una propuesta para la inserción del paisaje en la planificación hidrológica y criterios y recomendaciones para la integración paisajística de intervenciones y obras en este paisaje.