Las tres cuartas partes de la energía que consume la industria se utilizan para extraer y elaborar las materias primas con las que se fabrican los productos de uso cotidiano que, antes o después, se convertirán en residuos.
Pero, los residuos no son “basura”. De hecho, reciclar es una de las maneras más eficaces de ahorrar energía. Eso es lo que conseguimos cuando depositamos los envases en la bolsa amarilla, o el periódico en el contenedor de papel. Gestionar bien los residuos en casa es positivo para todos y ayuda a frenar los impactos negativos en la salud ambiental de nuestro planeta.
Fuente: Fenercom