WWF analiza en este informe la vulnerabilidad de la difusa frontera -la interfaz- entre lo urbano y lo forestal y ofrece algunas claves sobre cómo abordar la prevención. Es urgente que las administraciones pongan el foco en la gestión a escala paisaje, lo que supone el impulso de una ordenación y planificación territorial que evite la construcción de nuevas viviendas en el monte, elimine las ilegales y apueste por un mosaico menos vulnerable a la propagación de las llamas. Además deben aprobar y aplicar la normativa específica, mejorar la gestión de las emergencias y concienciar sobre el riesgo a la población. Por su parte, los habitantes de estas zonas deben corresponsabilizarse y entender que su seguridad también depende de ellos, lo que no significa que las administraciones no deban cumplir con su obligación para promover una urgente gestión preventiva de los montes.