Las tasas de recogida y/o tratamiento de residuos1 (TR en adelante) son un instrumento crucial. Por un lado, porque allí donde existen aportan una contribución económica determinante para la financiación del servicio de gestión de residuos, que es de prestación obligatoria para las Entidades Locales y de gran relevancia para el bienestar de todos los ciudadanos. Por otro, porque su regulación mediante ordenanzas fiscales goza de flexibilidad suficiente en su articulación para dar lugar a la creación de incentivos a las buenas prácticas y la mejora de la eficiencia económica en la gestión de residuos. La flexibilidad para su diseño se ve reflejada en la gran diversidad existente en cuanto a la articulación del hecho imponible, cuotas tributarias, así como de las exenciones, bonificaciones y reducciones.
Las Tasas de Residuos en España 2020 analiza las tasas de residuos domiciliarias y comerciales de 125 municipios, incluyendo a todas las capitales de provincia, y dando continuidad a los análisis previos realizados con datos de 2015, 2018 y 2019.
Para las entidades locales las tasas de residuos son, en general, las que más recaudación aportan, al gravar un servicio de prestación obligatoria y con elevados costes. Aun así, la Ley de Haciendas Locales permite que sea cada entidad local la encargada de convenir el porcentaje de cobertura de los costes del servicio por parte de las tasas. Por este motivo, se ha podido observar que existe una gran heterogeneidad, tanto a nivel cualitativo como cuantitativo, a la hora de establecer las cuotas.
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