La Humanidad se enfrenta a profundos retos que debe solucionar: descarbonizar y desmaterializar la economía, reducir las emisiones de carbono y de otros productos involucrados en la distorsión química de la atmósfera, optimizar el consumo y tratamiento del agua y mejorar su gestión y calidad, disminuir las desigualdades económicas, adaptarse al cambio climático mientras se toman las medidas para minimizarlo, mantener la biodiversidad, etc.
Para ello es fundamental medir. La medida de la sostenibilidad tiene cierta tradición. EUROSTAT presenta una serie de indicadores sobre temas ambientales, económicos y sociales que deberían servir para que los políticos tomaran sus decisiones y los ciudadanos pudieran obtener una rendición de cuentas. Naciones Unidas, en sus informes relativos a los Objetivos del Milenio, pretende radiografiar la situación del planeta incluyendo, al mismo nivel que los demás indicadores, el Índice Desarrollo Humano, en el cual incluyen variables de educación, sanidad, sociales, etc. y que puede ser una medida más realista que el PIB para valorar las sociedades. La FAO trabaja con indicadores sobre el estado de los bosques basados en la integración de información obtenida por satélite. La OCDE produce un indicador, Better Life Index, que incluye variables como la proporción entre tiempo de trabajo/ocio o trabajo no remunerado por género. La producción de los datos suele ser anual y estos datos valen para saber si las cosas van mejor o peor. Pero el mundo va muy rápido.
En la actualidad la ocupación del suelo, las emisiones de CO2, los fenómenos meteorológicos extremos, el consumo de agua, la calidad del aire o la desaparición de especies se suceden a una velocidad muy superior. Afortunadamente, también estamos en la era de los datos. La administración y las empresas producen y registran miles y miles de datos: transacciones electrónicas, consumos instantáneos de agua, energéticos, etc., van generando volúmenes ingentes de registros que son utilizados por las empresas e instituciones para obtener regularidades y patrones de comportamiento. Pero este importante volumen de información todavía no se han utilizado de forma intensiva con el objetivo de medir la sostenibilidad.
Este informe intenta aportar, en clave de futuro, un análisis del estado actual y de las tendencias observadas en materia de sostenibilidad con el fin de aportar ideas y actuaciones especificas para garantizar un futuro mejor y más sostenible. Se intentará visualizar la importancia de los indicadores para detectar las tendencias relevantes de lo que está pasando y se velará por el control del grado de cumplimiento de la normativa y por la superación de los umbrales que dichos indicadores expresan para constatar si existe o no avance en la sostenibilidad del desarrollo.
En definitiva, este informe pretende estar en la línea de otras publicaciones anuales como las centradas en las seis claves (clima, energía limpia, alimentación, bosques, agua y ciudades y transporte) del World Resources Institute (WRI), el del Worldwatch Institute “State of the World 2013: Is Sustainability Still Possible” (editado en España por la FUHEM Ecosocial) que describen el estado del mundo respecto a la sostenibilidad en sus múltiples aspectos. En este caso, recogiendo las principales tendencias de sostenibilidad en España pero con la idea final de pasar de las palabras a la acción con objetivos, planes y metas concretos, con implicación directa de administraciones, empresas y ciudadanos, cada uno a su nivel, analizando el cumplimiento escrupuloso de la legislación y promoviendo la ampliación de los objetivos de sostenibilidad de la misma, y con la idea final de que todo este proceso será para garantizar el bienestar y la calidad de vida de una forma duradera en el tiempo.
Indicadores
- Indicadores de sostenibilidad socioeconómicos. Se incluyen los datos de EUROSTAT de desarrollo sostenible y otras variables relacionadas con la Estrategia de Desarrollo Sostenible que, aunque no se ha seguido en España desde su aprobación, sí que incorpora algunos de sus índices, recogiéndolos en los sucesivos planes nacionales de reformas.
- Indicadores de sostenibilidad ambiental. Se incluyen los datos de EUROSTAT de desarrollo sostenible y otras variables relacionadas con la Estrategia de Desarrollo Sostenible que tienen relación directa con el Medio Ambiente. Como los anteriores, algunos de ellos se han incluido en los sucesivos planes nacionales de reformas.
- Indicadores sintéticos. Que pueden aproximarse a la medida de la felicidad, el bienestar, el progreso de las sociedades, el desarrollo humano o los nuevos indicadores inspirados en Río+20.