Si echamos un vistazo a nuestro alrededor, en casa, en la calle o en el trabajo, absolutamente todo lo que nos rodea procede directa o indirectamente, en mayor o menor medida, del medio natural, bien de un lugar cercano de nuestro país, bien de uno muy lejano al otro lado del charco.
Una silla, un boli, un coche, una maquina, un libro, un ordenador, una estatua, un bocadillo, etc. necesitan en su producción un muy alto porcentaje de recursos, generando también en mayor o menor medida un impacto ambiental negativo tanto en su extracción como en su transformación.
Usamos ese objeto o producto y cuando ya no nos sirve, lo devolvemos al medio natural en forma de “basura”, contaminando de nuevo y gastando más recursos para su transporte, eliminación, reciclaje o reutilización.
En definitiva, nuestro día a día necesita al 100% recursos naturales, repercutiendo todo lo que hacemos positiva o negativamente en nuestro entorno. Y aquí está la clave, como sociedad, ¿somos conscientes de esta situación?, ¿sabemos cuáles son nuestros límites de consumo y cuáles los de producción del Planeta?.
Parece ser que no. Medicinas, combustibles y alimentos son algunos de los productos y servicios que nos aportan los ecosistemas, sin embargo, el cuidado del medio ambiente no está entre las preocupaciones principales de los españoles.
Es por lo tanto una tarea indispensable y urgente a realizar, por las entidades públicas y privadas vinculadas al medio ambiente, la de comunicar más y mejor los resultados científicos, las alteraciones ambientales y sus repercusiones, los retos a trabajar y los logros conseguidos, de lo contrario nunca seremos conscientes ni como sociedad ni como individuos, de la necesidad de cuidar nuestro Planeta.
Este es el contenido del tercer Cuaderno de Campo que ahora vas a leer, cuyo fin es compartir y trabajar conjuntamente para no traspasar los límites de la Naturaleza, si es que no lo hemos hecho ya.
Fuente: Asociación de Fundaciones para la Conservación de la Naturaleza