A diario, los hogares generan residuos orgánicos a la hora de cocinar o con sobras de alimentos que no se consumen. Según cifras de Fundación Chile (2016), aproximadamente el 50% de los residuos son orgánicos, sin embargo, al no ser reciclados, terminan produciendo un negativo impacto en el medio ambiente. Y es que cuando los residuos orgánicos comienzan a descomponerse producto de la acción de bacterias y en condiciones sin oxígeno, generan gas metano. Este gas, cuando se emite a la atmósfera, tiene un potencial de calentamiento global 25 veces más alto que el Dióxido de Carbono (CO2), lo que lo convierte en uno de los GEI, de mayor importancia e impacto para el fenómeno del Cambio Climático.
Esta guía, tiene como objetivo guiar en la gestión de los residuos orgánicos a nivel doméstico, con el propósito de que más personas incorporen estas prácticas en sus hogares, contribuyendo así a combatir el Cambio Climático.
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