Tradicionalmente, el comportamiento ambiental de los productos no ha sido uno de los valores demandados por parte de los consumidores a la hora de ejercitar la opción de compra sobre un determinado producto. Este era un aspecto que quedaba limitado al cumplimiento legal de las diferentes normativas existentes. Sin embargo, en los últimos años, la cada vez mayor sensibilización de los consumidores así como la constatación de los efectos ambientales que el ser humano está ejerciendo sobre el planeta, está propiciando la aparición de un nuevo consumidor cada vez más sensible con esta problemática, un consumidor que empieza a demandar información sobre el comportamiento ambiental de los productos que consume y los servicios que utiliza.
Fuente: http://www.ihobe.net