La Agencia Internacional de Energía (IEA) es un organismo autónomo, creado en noviembre de 1974. Su mandato original tenía, y sigue teniendo, una doble vertiente: promover la seguridad energética entre sus países miembros mediante una respuesta colectiva a las interrupciones materiales del suministro de petróleo, e investigar y analizar fiablemente las posibilidades de garantizar una energía segura, asequible y limpia a sus 28 países miembros y a terceros
La innovación en materia de tecnología energética es esencial para alcanzar los objetivos de mitigación del cambio climático, respaldando al mismo tiempo los objetivos de seguridad económica y energética. En última instancia, implementar tecnologías rentables y fiables es lo que hará posible la transformación del sistema energético. La dependencia continua de los combustibles fósiles y tendencias recientes, como las inesperadas fluctuaciones del mercado energético, refuerzan el papel de los gobiernos, tanto individual como colectivamente, a la hora de incentivar medidas específicas que aseguren que los recursos están óptimamente dedicados a acelerar el avance en este campo. Establecer políticas y estructuras de mercado que apoyen la innovación e inspiren confianza a los inversores a largo plazo es en este sentido una tarea prioritaria
Cada dólar invertido en renovables ahorra tres en combustibles fósiles