La gente normalmente asocia conservación de la naturaleza con reservas naturales estrictas donde las actividades humanas son habitualmente excluidas. La forma en que trabaja Natura 2000 es diferente. No pretende establecer santuarios para la vida silvestre, sino que reconoce que el ser humano es una parte más de la naturaleza.
De hecho, muchos lugares son valiosos para los animales y las plantas silvestres precisamente por que el modo en el que han sido tradicionalmente manejados por las personas que allí viven. En esos casos, Natura 2000 trata de apoyar esas actividades que en muchos casos están desapareciendo porque ya no son rentables.
Por eso, aunque habrá unos pocos lugares donde la actividad humana podrá estar limitada por la presencia de especies y hábitats raros y muy escasos, en la mayoría de los lugares Natura 2000 esta actividad continuará, teniendo la precaución de que no perjudique a las especies y hábitats naturales presentes.
De esa manera, Natura 2000 apoya el desarrollo sostenible. Su objetivo no es parar la actividad económica, sino buscar la manera de que ésta tenga lugar a la vez que se salvaguarda la biodiversidad vasca y europea. Para ello es fundamental que quienes viven y trabajan en Natura 2000 participen en las decisiones.
En toda la Unión europea hay ejemplos de cómo funciona Natura 2000 en la práctica. En este libro se recogen algunos de estos ejemplos.
Guía divulgativa sobre la Red Natura 2000 elaborada por el Gobierno Vasco