En julio de 2020, un año marcado de principio a fin por la pandemia de COVID-19, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentaba su nuevo estándar para las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN).
Con este acto, se ponía un nuevo y necesario hito en el largo camino recorrido para definir y poner a pleno funcionamiento un concepto tan poderoso y efectivo como son las SbN. Todavía queda el tramo más largo por transitar para llegar al objetivo previsto, la mitigación y adaptación a los cambios globales en un contexto donde la sostenibilidad debe entenderse como un equilibrio entre la Naturaleza y el desarrollo de la actividad humana.
Por este motivo, la concreción de las SbN, mediante un estándar claro y detallado, es una herramienta de un valor incalculable para todas las entidades, grandes y pequeñas, que trabajan en pos del desarrollo sostenible y la conservación de la naturaleza.
En España, cada día son más las entidades, dentro y fuera de la UICN, que se esfuerzan por incorporar de modo efectivo los principios de las SbN en sus proyectos y acciones, atendiendo a las directrices que han ido emanando de la propia Unión. En la actualidad, con el nuevo estándar sobre la mesa, la concepción e implementación de SbN tiene un marco referencial mucho más claro y conciso.
Ante la perspectiva de trabajar hacia el futuro con este nuevo estándar, parecía adecuado realizar un esfuerzo de revisión y valorar el trabajo que se ha hecho hasta el momento desde el Comité Español de la UICN en esta línea.
Gracias a las aportaciones de los miembros, se recopiló abundante información de acciones y proyectos desarrollados en la segunda década del siglo XXI. Todas estas iniciativas se fueron contrastando con los criterios y retos para la conservación recogidos como parte del estándar UICN para las SbN.
Mientras que algunas de las acciones analizadas, podían ser consideradas, en parte o en su totalidad, como SbN, otras mostraban que, sin dejar de ser eficaces y necesarias, se fundamentaban en otros conceptos o aproximaciones a la conservación de la naturaleza. Por ese motivo se ha introducido el concepto de Buenas Prácticas en Conservación para catalogarlas.
Dentro de las intervenciones que se han catalogado como SbN, se ha valorado el grado de cumplimiento de los criterios que conceden esta categoría. Ninguna de las acciones y proyectos presentados cumple con los ocho criterios exigidos en el nuevo estándar, pero esto no representa un impedimento para que puedan ser consideradas como SbN pues, a tenor de sus resultados, no cabe duda de que consiguen los objetivos buscados con el espíritu de las SbN.
Fuente: UICN. Sigue leyendo el informe de buenas prácticas, aquí:
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