Las organizaciones Ecologistas en Acción, Lobo Marley y la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) han presentado un conjunto de once propuestas para la conservación del lobo ibérico en las comunidades autónomas, entre las que piden incluir al lobo en el catálogo de especies amenazadas regionales y paralizar los controles de población, entre otras.
Así, señalan que en el marco actual de España es «deseable» que los gobiernos autonómicos aspiren a una creciente coordinación en la búsqueda solidaria de objetivos comunes para la defensa del medio ambiente y del patrimonio natural de todos los ciudadanos.
En este sentido, insiste en que, en la defensa de la fauna, el lobo es «doblemente importante» por un lado, como especie clave en los ecosistemas y, por otro, como símbolo de la España salvaje y por ser una potencial fuente de prosperidad para el mundo rural gracias a su atractivo como reclamo turístico. El reto de la conservación del lobo ibérico es «inseparable» de la defensa de la biodiversidad.
Según aseguran, sus propuestas son «concretas y factibles» de cara a que los partidos políticos que se presentan a las elecciones autonómicas «no desaprovechen» la ocasión de actuar a favor de la conservación del lobo ibérico, «en lugar de continuar permitiendo la persecución de la especie y tener que rendir cuentas más adelante ante una ciudadanía perpleja y decepcionada».
En concreto, proponen una protección estricta del lobo ibérico en toda España e inclusión de la especie en los Catálogos de Especies Amenazadas de las comunidades autónomas porque el lobo es «clave» para el correcto funcionamiento de los ecosistemas; paralizar de forma inmediata los planes o decretos de control de población de la especie que tienen vigentes varias comunidades autónomas que parten de una «premisa errónea» de que la predación sobre ganado es una simple función de la abundancia de lobos.
En este sentido, añaden que los controles son medidas de gestión «ineficaces, implantadas sin conocer qué individuos pueden estar realmente generando conflictos, sin evaluar las medidas preventivas utilizadas por los propietarios para evitar los ataques, y en muchas ocasiones sin poder descartar que la autoría se deba a perros incontrolados (no necesariamente salvajes).
Asimismo, plantean la necesidad de elaborar planes conservación o recuperación del lobo; aprobar o hacer adecuaciones reales o revisiones de los planes de gestión de las Zonas de Especial Conservación con presencia de lobo y promover la elaboración de un censo peninsular del lobo ibérico que sea «científico, independiente y supervisado» por organismos nacionales e internacionales para conocer la situación real de la especie.
Otras propuestas pasan por fomentar la coexistencia entre el lobo y la ganadería extensiva y aprobar ayudas al sector agroganadero condicionadas a compromisos ambientales, ya que la predación sobre ganado afecta a menos del 1 por ciento de la cabaña ganadera extensiva; disminuir la presión cinegética sobre presas salvajes del lobo (corzo, ciervo, jabalí, etc.).
Igualmente, plantean promover acciones contra el furtivismo y los envenenamientos porque el lobos sigue siendo perseguido «incesantemente de manera legal e ilegal», por lo que es necesario que las comunidades autónomas y el Estado, adopten medidas concretas y más severas, legislando al respecto, que eviten la persecución de la especie y castiguen a los culpables.
Por último, proponen regular y propiciar el ecoturismo de lobos, incluidas las actividades de observación directa y fotografía; fomentar la educación y la concienciación sobre la importancia ecológica de los grandes depredadores, en particular del lobo.
Fuentes: Europa Press, http://loboiberico.com/
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