La publicidad verde o greenvertising surge teóricamente, ante la preocupación de los publicistas, anunciantes y consumidores por participar en los aspectos ambientales y climáticos, en el bienestar humano y la salud, intentando ir más allá de la idea de dar publicidad a un producto o servicio.
A través de mensajes o llamadas verdes, el greenvertising trata de crear una imagen sobre la gestión ambiental llevada a cabo en una determinada empresa, mostrar como un producto y su uso son respetuosos con el medio ambiente o cómo su fabricación ha seguido unas practicas ambientales determinadas.
En las ultimas décadas las empresas han sustituido los mensajes de defensa y apoyo al medio ambiente, por mensajes que fomentan la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de las compañías y la sostenibilidad.
Este tipo de mensajes verdes y su grado de especificidad dependen del perfil del consumidor que los recibe. Por un lado existen, los consumidores “light green”, que son aquellos que muestran una preocupación reciente por el medio ambiente y por otro, los consumidores “deep Green o greenies” cuyo estilo de vida es prácticamente 100% ecológico.
Estos sencillos conceptos sobre marketing ecológico, enlazan con un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania, que analiza la evolución de los anuncios verdes de la revista National Geographic en las últimas tres décadas. Dicho estudio concluye que la publicidad verde se encuentra estrechamente relacionada con el PIB de un país y que el número de anuncios y la concienciación ambiental de los consumidores a las “llamadas verdes” es mayor en economías crecientes y en tiempos de bonanza económica.
En la situación económica actual, ¿hemos de deducir por tanto que el respeto al medio ambiente y su difusión ocurre solo en fase de crecimiento y desarrollo económico?. ¿Desaparecerán valores clave tales como la Sostenibilidad, la RSC y demás mensajes verdes en la publicidad de la mayoría de las compañías?.¿Continuaremos los consumidores “light o deep green” manteniendo nuestros hábitos a pesar de las recientes subidas del precio de los productos y servicios?. El tiempo dirá.
Yo diría que al contrario, las empresas mas competitivas ( en un mercado global) son las que mas integran la variable ambiental en todo su ciclo de vida y por eso pueden competir en la mayoría de mercados.
Integrar la variable ambiental es parte de reducir costes (energía y materia prima) y mejorar procesos.
Otra cosa son productos que se anuncian y venden como «ecológicos» y con la excusa de la ecología además se venden mas caro.
Para distinguir unos productos de otros están las etiquetas ambientales correspondientes.
Como profesionales nos toca conseguir que estas lleguen de mejor forma al consumidor general para que aprenda a diferenciar.
pues yo estoy completamente de acuerdo. cuando las cosas van mal, la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente, pasan a convertirse en la última prioridad. y cuanto peor vaya un país, más se deja notar. De hecho, aunque publicidad no haya habido mucho en España (por algo será) en Alemania, Dinamarca, Suecia, etc. la ciudadanía si tiene en cuenta en los artículos o servicios que compra, precisamente de lo que habla el artículo. Mientras, aquí, nos importa poco o nada y hasta han desaparecido hasta los documentales de corte ecológico.
Interesante planteamiento Ana. Supongo que el discurso del publicista, en época de vacas flacas cambiará hacia el precio del producto.
Estoy con Juan en que el consumidor bien informado sabe de la existencia de mecanismos formales de mercado que prueban qué productos y organizaciones tienen un verdadero compromiso ambiental.
Adicionalmente entiendo que estamos en una época de cambio donde la sostenibilidad es un factor crítico de supervivencia también para las empresas y productos que quieran competir en el mercado.
El tiempo nos dirá cómo evoluciona todo esto…