Estado de la Cuestión: Un poco de Historia
“La pautas de conducta y consumo de los seres humanos tiene que cambiar significativamente, sobre la base de una responsabilidad compartida y la participación en todas las esferas de la sociedad, incluidos los gobiernos, las administraciones regionales y locales, las organizaciones no gubernamentales, las instituciones financieras, las fábricas, las empresas distribuidoras, el comercio y todos y cada uno de los ciudadanos.”
V Programa europeo de medio ambiente (1992-1999), ‘Hacia un desarrollo sostenible’
Desde hace unos cuantos años existe un creciente interés por la participación ambiental… O, tal vez, deberíamos decir: “Ya en siglos pasados, se prestó especial importancia a la necesidad de implicar de forma activa a los ciudadanos y diferentes grupos de interés en la gestión ambiental”.
Podemos hacer un breve recorrido a escala europea, mundial y estatal para ir descubriendo las implicaciones y la justificación que tiene la participación ambiental para la consecución de los objetivos de la sostenibilidad (incluyendo sus tres dimensiones: social, económica y ambiental). Lo que algunos llamábamos desarrollo sostenible a finales de los años 80 ahora se etiqueta como economía circular, cambiamos los nombres pero seguimos buscando lo mismo.
Una tendencia europea potente
“…Debe promoverse un desarrollo armonioso y equilibrado de las actividades económicas en el conjunto de la Comunidad, un crecimiento sostenible y no inflacionista que respete el medio ambiente”
Art. 2 de los “Principios” del Tratado de la Unión Europea. 7 Febrero 1992. Maastricht. Firma del Tratado
Los Programas de Medio Ambiente (PMA) vienen orientando la política medioambiental de la UE desde principios de la década de los setenta. En virtud del Tratado, los PMA de la UE se adoptan ahora con arreglo al procedimiento legislativo ordinario. Desde el año 2013 estamos bajo el VII PMA, con el subtítulo: «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta»1, programa que se extenderá hasta 2020.
El actual PMA se enmarca en un cuádruple contexto:
- En primer lugar, a pesar de los avances realizados en algunos ámbitos, persisten graves problemas ambientales, y es posible reforzar aún más la resiliencia del medio ambiente ante cambios y riesgos sistémicos.
- En segundo lugar, la UE ha adoptado la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, que orienta la evolución política de aquí a 2020.
- En tercer lugar, aunque varios Estados miembros se enfrentan a graves problemas para superar la crisis económica, la necesidad de reformas estructurales que esa misma crisis impone abre nuevas oportunidades para que la UE avance rápidamente hacia una economía verde e integradora.
- Por último, el proceso de «Río+20» ha puesto de relieve la importancia de la dimensión global.
Este contexto ha condicionado la orientación estratégica del Séptimo Programa de Acción de la Comunidad Europea en materia de Medio Ambiente para 2013-2020, «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta»2, que establece los objetivos y prioridades ambientales que forman parte de la estrategia de la Comunidad Europea a favor del desarrollo sostenible.
Según este programa la política ambiental tiene que aplicar una estrategia innovadora y buscar nuevas maneras de trabajar con un amplio espectro de la sociedad. El programa incluye nueve objetivos prioritarios.
Los objetivos prioritarios del VII Programa ambiental de la UE (2013-2020):
1. Proteger, conservar y mejorar el capital natural de la UE. El bienestar y la prosperidad económica de la UE se sustentan en su capital natural, del que forman parte los ecosistemas, que proporcionan bienes y servicios esenciales, como unos suelos fértiles y unos bosques multifuncionales, unas tierras y unos mares productivos, agua dulce y aire limpio, así como la polinización, el control de las inundaciones, la regulación climática y la protección contra catástrofes naturales.
2. Convertir a la UE en una economía hipocarbónica, eficiente en el uso de los recursos, ecológica y competitiva. Las Hojas de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos y hacia una economía hipocarbónica competitiva son pilares esenciales de la iniciativa y establecen el marco para medidas futuras dirigidas a realizar esos objetivos.
3. Proteger a los ciudadanos de la UE de las presiones y riesgos medioambientales para la salud y el bienestar. Es necesario actuar sobre todo en aquellos espacios en los que las personas, en particular los grupos sociales sensibles o vulnerables, y los ecosistemas están expuestos a altos niveles de contaminantes, por ejemplo las ciudades o el interior de edificios.
4. Maximizar los beneficios de la legislación de medio ambiente de la UE. Se perfeccionarán la recogida y difusión de los conocimientos en materia de aplicación para que el público y los profesionales en cuestiones de medio ambiente sepan perfectamente cómo las administraciones nacionales y locales cumplen los compromisos de la Unión.
5. Mejorar la base de información de la política de medio ambiente. Los Estados miembros deben facilitar el acceso de los ciudadanos a la información reunida para evaluar los impactos ambientales de planes, programas y proyectos (por ejemplo, mediante evaluaciones de impacto ambiental o evaluaciones ambientales estratégicas).
6. Asegurar inversiones para la política en materia de clima y medio ambiente y fijar correctamente los precios. En la actualidad resulta difícil atraer inversiones hacia algunos sectores debido a que el mercado no emite señales de precios o a que estas están distorsionadas porque los costes ambientales no están adecuadamente contabilizados o porque se subvencionan con fondos públicos actividades perjudiciales para el medio ambiente.
7. Intensificar la integración medioambiental y la coherencia entre políticas. El éxito del presente Programa depende de que se refuerce la contribución de otras políticas a la realización de metas y objetivos relacionados con el medio ambiente. Por otro lado, las medidas dirigidas principalmente a conseguir mejoras medioambientales deben aspirar a lograr, siempre que sea posible, beneficios también para otras políticas, muchas medidas de mejora de ecosistemas pueden crear empleos verdes.
8. Aumentar la sostenibilidad de las ciudades de la UE. Es probable que, para 2020, el 80 % de los habitantes de la UE vivan en zonas urbanas y periurbanas. Son cada vez más las ciudades europeas que sitúan la sostenibilidad ambiental en el centro de sus estrategias de desarrollo urbano.
9. Reforzar la eficacia de la UE a la hora de afrontar los desafíos ambientales a nivel regional y mundial. En la Cumbre «Río+20», los dirigentes mundiales renovaron su compromiso a favor de un desarrollo sostenible y reconocieron que una economía verde e integradora es un instrumento importante para lograr un desarrollo sostenible, y que un medio ambiente saludable es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y reducir la pobreza.
Estos objetivos implican importantes consecuencias para la participación ambiental. En consecuencia, si queremos que la planificación de los usos del suelo no genere más desaguisados urbanísticos, que las preocupaciones ambientales se integren en las demás políticas o que consumidores y empresas promuevan modelos de consumo más sostenibles, será necesario desarrollar PPA en los que se produzca un acercamiento de posturas entre las partes, una búsqueda activa de soluciones y una mejor comprensión de los problemas ambientales existentes.
La receta base: Formas de Gestión de Conflictos
No existe un modelo estandarizado para gestionar un conflicto ni para diseñar un Proceso de Participación Ambiental (PPA), cada caso es exclusivo según las particularidades de cada realidad concreta, tanto por sus características y particularidades locales, como por su momento temporal o sus antecedentes. No obstante podemos definir unos pasos genéricos para planificar y ejecutar el diseño de un PPA.
La receta base para organizar un PPA se basa en la mediación comunitaria, que se apoya en un amplio abanico de técnicas y recursos participativos para fomentar el intercambio de puntos de puntos de vista y argumentaciones de manera ordenada, y posteriormente alcanzar, en la medida de lo posible, acuerdos que satisfagan a los diferentes grupos de interés que participan en el PPA.
Todo PPA debe dotarse de transparencia y visibilidad durante todas sus fases. La comunicación y la difusión mejoran la participación en la gestión de un conflicto, por tanto, debemos organizarlas mediante un Plan de Comunicación incluido en el PPA. Como en todo proceso de comunicación humana tendremos un emisor y un receptor que se comunican mensajes a través de un canal. En nuestro plan de comunicación tenemos que elegir canales que puedan “sintonizar” las partes implicadas en el PPA. Determinados grupos de interés participantes pueden ser muy hábiles al manejar Internet y el correo electrónico, otros necesitarán comunicación vía postal o telefónica. Los medios utilizados en el plan de comunicación para la difusión de los mensajes deben estar siempre en función de los destinatarios de dichos mensajes.
¿Con qué «cocinamos» la participación? Herramientas
Existe un amplio abanico de métodos de participación que podemos emplear para conseguir la participación de la ciudadanía en temas de planificación. Estos métodos emplean diferentes enfoques y diferentes estructuras de trabajo para obtener aportaciones de la ciudadanía, dando a los participantes más o menos libertad para definir los resultados. Pero siempre, antes de elegir una herramienta (una dinámica de grupo, una estructura de participación…), deberemos tener claros nuestros objetivos.
Todas las herramientas necesitan facilitación y, por lo tanto, una persona que actúe como un facilitador neutral. La clásica Facilitación con Panel es el método mejor conocido y más empleado para conseguir una participación satisfactoria. También existen otros métodos, dirigidos a movilizar la creatividad social para obtener soluciones innovadoras para los problemas que se debaten.
La definición del grado de participación, la elección de las estructuras de trabajo, los formatos de las reuniones y los métodos de facilitación a aplicar forman parte del PPA que debemos desarrollar adaptándonos a la realidad local.
Un enfoque participativo para el desarrollo sostenible requiere reunir a personas procedentes de diferentes partes de la sociedad con intereses diferentes, a veces opuestos, para conseguir soluciones consensuadas. Además de identificar a quienes deben participar, una de las primeras decisiones a tomar cuando se comienza un proceso basado en la participación se refiere a las estructuras de trabajo.
Alternativas para las Reuniones
Las estructuras de trabajo se caracterizan por la duración y la frecuencia de las reuniones con los agentes. Existen dos alternativas básicas:
- Formato de sesión: los participantes se reúnen, preferentemente por la tarde, en sesiones cortas, pero más frecuentes, de unas dos o tres horas cada una.
- Formato de taller de trabajo: los participantes se reúnen (quizá sólo una o dos veces) en talleres de trabajo de día o día y medio que probablemente se lleven a cabo en el fin de semana.
Los dos formatos tienen ventajas e inconvenientes. Mientras que las reuniones durante los fines de semana pueden ser más prácticas para las personas que participen voluntariamente, será difícil convencer a los agentes que representan a empresas o a instituciones como parte de su trabajo, para que pasen días completos o su tiempo del fin de semana en un PPA. Los talleres de trabajo ofrecen la posibilidad de tener reuniones más largas, empleando enfoques no convencionales para producir un boom de creatividad, mientras que es más fácil que se establezca una atmósfera de confianza entre diferentes grupos de interés a través de reuniones periódicas más cortas.
La visualización: clave para la facilitación
Uno de los principales métodos de trabajo de un facilitador profesional es documentar todos los resultados importantes del proceso del grupo, de forma que estos sean visibles para todos los participantes en la reunión y durante la mayor parte del tiempo de la misma. Estos resultados pueden ser, por ejemplo, las ideas producidas en una tormenta de ideas (Brainstorming), los temas que se han priorizado en un análisis de Fortalezas, Debilidades, Oportunidades y amenazas (DAFO), o las decisiones tomadas conjuntamente.
¿Quién participa?
Para conseguir un PPA creíble, asumible y eficaz se necesita implicar a todos los sectores de la población relacionados con el tema tratado (= agentes interesados=stakeholders) y, en especial, a aquellos en quienes recae la toma de decisiones y/o ejercen mayor influencia social. La política de la sostenibilidad debe evolucionar de dirigir las acciones de unos pocos, mediante normas, a motivar y reforzar a la mayoría mediante instrumentos de información, sensibilización y participación.
En consecuencia es necesario identificar los grupos objetivo o población diana a los que nos dirigiremos para desarrollar el PPA. Esta selección contempla los agentes definidos ya en el 5º Programa de Acción comunitario de política ambiental y en las experiencias reales de participación realizadas en nuestro país.
- Responsables políticos y técnicos de la administración pública. La administración Pública es fundamental en el avance hacia la sostenibilidad, tanto en la faceta legislativa como en la planificación del desarrollo económico, de las infraestructuras y de la utilización de los recursos naturales. Además, en gran medida, la administración pública, es responsable del acceso a la información, la educación y la formación, de influir en el mercado por medio de impuestos sobre productos y de establecer en qué condiciones todo ello deberá hacerse. El liderazgo y el papel ejemplarizante de la administración pública son determinantes para el éxito real de un PPA. Sus acciones deben actuar como motor sobre las actuaciones de los agentes sectoriales, ayudando a superar obstáculos y que los distintos agentes actúen en pro de la sostenibilidad.
- La administración local es fundamental porque su proximidad a los problemas ambientales que sufren los ciudadanos le proporciona el mejor conocimiento tanto de los problemas como de las posibles soluciones y su aplicación.
- Ciudadanía. Con dos roles 8 fundamentales: Como individuos preocupados por la calidad ambiental, la salud y la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras, y como ciudadanos capaces de influir políticas y decisiones y como consumidores. La demanda diferencial de determinados bienes y servicios se puede traducir en un incremento o descenso del consumo de recursos naturales, la generación de residuos y la contaminación ambiental. Las decisiones de los consumidores deberán ser responsables, es decir, conociendo los diferentes impactos que una u otra opción tienen.
- Empresarios y sindicatos. Las empresas son una de las fuerzas impulsoras más relevantes para conseguir innovaciones, incrementar la eficiencia del mercado y responder a los retos y a las oportunidades. Los empresarios responsables son imprescindibles para aumentar la eficiencia en el uso de los recursos, reducir los riesgos y minimizar los residuos.
- Los sindicatos son esenciales debido a su relación con los cambios industriales, con la protección laboral y ambiental, y su promoción de un desarrollo económico y social responsable. La red que forman los sindicatos y sus afiliados es una vía importante para encauzar medidas de apoyo a prácticas pro-sostenibilidad.
- Medios de comunicación. Son uno de los agentes más importantes en la construcción de los problemas sociales y ambientales contemporáneos. Por sí solos no provocan ningún cambio pero contribuyen notablemente en la dirección al dar a conocer a la ciudadanía los diferentes ángulos que presenta un problema, sus causas y las posibilidades de acción. Son fundamentales para desarrollar en Plan de Comunicación que debe llevar asociado todo PPA.
- Comunidad científica y técnica. Mejorar la cooperación entre la comunidad científica y los encargados de tomar decisiones facilita una mayor utilización de la información y conocimientos científicos y técnicos en la aplicación de políticas y programas12.
- Asociaciones ambientalistas, ecologistas y otras ONGs. La sociedad civil organizada tiene un importante rol para facilitar un amplio diálogo. El derecho a formar asociaciones constituye una libertad fundamental en una democracia. Al pertenecer a una asociación los ciudadanos pueden participar activamente en la vida social de forma distinta a la adhesión a partidos políticos o a sindicatos. Al organizarse, los ciudadanos se dotan de medios para transmitir su opinión a los que toman las decisiones políticas sobre los diferentes problemas de la sociedad.
- Educadores. Los educadores son fundamentales para concienciar, transmitir valores, actitudes y comportamientos sostenibles que favorezcan la participación efectiva en el proceso de toma de decisiones.
1 http://ec.europa.eu/environment/pubs/pdf/factsheets/7eap/es.pdf http://ec.europa.eu/environment/action-programme/
Basado en el blog elaborado para CENEAM
Estos conceptos se abordarán en el curso online Participación ciudadana en la gestión ambiental, que se imparte en el campus virtual de ISM
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