En muchos lugares rurales de España, y de cualquier parte del mundo, quedan innumerables muestras de un pasado no tan lejano en el que el hombre vivía en la naturaleza: casas de labor, salinas, refugios, molinos de río y de mareas, apiarios, refugios de pastores… muestras que conforman un patrimonio cultural etnográfico que gran parte de los turistas y visitantes desconocen.
En Cataluña la web del Observatorio del Paisaje tiene una sección dedicada al paisaje de la piedra seca, elemento fundamental del paisaje rural de enorme valor histórico e interpretativo cultural, con potencialidad de convertirse en un muy atractivo «producto turístico.
La transformación de los atractivos turísticos en productos turísticos es algo relativamente compleja pero fundamental para ser competitivos y generar experiencias transformadoras en los turistas. A sabiendas, que las tendencias indican que los turistas cada vez desean vivir experiencias distintas, diferentes, es decir, «los turistas desean salir de la rutina, desean recuerdos memorables». Esto no se limita a realizar visitas a monumentos, si no buscar «promover en los turistas el vivir unas sensaciones irrepetibles en entornos de gran belleza y calidad, sintiendo la autenticidad de un entorno diferente y muy rico en cuanto a recursos».
En ese sentido, el paisaje rural español ofrece muchas posibilidades, pero debemos ser capaces de transformar los atractivos en productos turísticos. Recordando, las palabras de Arturo Crosby, la mayoría de las personas que se alojan en casas rurales pasados un par de días se aburren. Tener una casa rural pintoresca con desayuno tradicional no es suficiente, el gestor debe conectar el alojamiento con el entorno, generando actividades complementarias y sinergias con otros prestadores de servicios, para crear productos únicos, singulares e innovadores.
Por lo tanto, una de las claves seria diseñar vivencias irrepetibles, que estimulen los sentidos, nos alejen de lo cotidiano para así crear recuerdos memorables. Ahí el patrimonio etnográfico tiene mucho que aportar. Todo ello, en el marco de la sostenibilidad de la actividad y con responsabilidad social con el entorno, la comunidad local y de una manera justa y digna con los empleados …
Así mismo, el desarrollo de las aplicaciones para móviles y la geolocalización están generando, en paralelo, más oportunidades para crear experiencias de mayor valor agregado para la interpretación del patrimonio cultural y natural acordes a los nuevos estilos de turistas, cada vez más digitales, que desean información actualizada y de calidad.
Lo que se suma a la tendencia creciente de implantación de modelos de destinos turísticos inteligentes, nacidos del desarrollo de las Smart City, en donde la comunidad Valenciana viene trabajando preferentemente en destinos de costa y que trabajando en extender la inteligencia turística fuera de los núcleos urbanos a través del modelo de Espacios Naturales Inteligentes. Lo cual abre muchas posibilidades de innovación para la mejora de la experiencia del turista, pero también para los potenciales destinos de interior «Los pueblos inteligentes, ¿solución para la España vaciada?. Por ejemplo, la Sierra de Gredos ofrece oportunidades explotación sostenible de recursos infravalorados, tales como «plantas autóctonas como el piorno, industrias de aprovechamiento y diseño de la lana merina, entre otros».
Por tal motivo, recuperar el patrimonio cultural etnográfico tiene gran valor para permitir un contacto intenso y auténtico a los turistas con los destinos rurales, eso sí que le ofrezcan sorpresa, sensaciones, vivencias e historias y emociones. Con objeto de ayudarles a comprender la forma de vivir y la cultura propia de cada lugar, creando un buen recuerdo que puede ser transmitido a los demás a través de todas sus experiencias únicas.
Con objeto de ayudar a crear experiencias auténticas y memorables arraigadas en el respeto al medio rural desde el Instituto Superior del Medio Ambiente impartimos el curso Ecoturismo: Diseño y Comercialización de Productos. El cual, tiene especial atención al diseño de producto como una unidad didáctica, con el objetivo de dar unas pautas prácticas creativas para configurar soluciones atractivas y basadas en las necesidades de los clientes. También se incide en los aspectos de análisis de productos y comercialización así como en técnicas de comunicación y marketing a implantar dentro de la empresa para trasmitir los principales valores de la empresa y sus productos
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