Hace más de dos años que se inició en España una importante polémica en torno al intento de explotar en nuestro país yacimientos de gas no convencional (gas de pizarra o de esquistos; shale gas) mediante la técnica de la fractura hidráulica (habitualmente llamada fracking).
Son centenares e incluso miles las noticias, webs y reseñas sobre la materia, en su inmensa mayoría vehementemente en contra.
Si pones en twitter el hashtag #fracking, encontrarás una gran cantidad de tuits de todo el mundo. Y si buscas en Google “fracking” obtendrás del orden de 14.000 enlaces relacionados. Así que si te apetece documentarte, adelante. “Bon apetit”.
La Unión Europea y los Gobiernos serios han realizado y siguen realizando estudios para evaluar los riesgos sociales y ambientales del empleo de la técnica del fracking, con objeto de adoptar políticas meditadas, conscientes, equilibradas y racionales.
En Francia, Bulgaria, Países Bajos e Irlanda del Norte se ha establecido una «moratoria» hasta tener más información sobre los riesgos de esta técnica de extracción de gas. En el Reino Unido se debate sobre el tema y se ha decidido hacer un desarrollo prudente, basado en estudios serios.
El tema ha adquirido tanta relevancia que se ha hecho una película sobre el tema, Promise Land, protagonizada por Matt Damon. Próximamente se estrenará en España. Puedes ver un aperitivo en: http://www.youtube.com/watch?v=AHQt1NAkhIo.
Por supuesto, personalidades famosas se han manifestado contra el fracking. Y en ciudades tan importantes como Nueva York hay iniciativas populares en su contra.
Los riesgos del fracking
Nadie sensato y que quiera decir la verdad puede negar que la explotación de “gas no convencional” entraña riesgos sociales y ambientales importantes:
- Consumo elevado de agua (recurso escaso en muchos sitios en España).
- Empleo de productos químicos peligroso en cantidades importantes.
- Riesgos geológicos e hidrogeológicos.
- Generación de importantes cantidades de aguas residuales contaminadas, que tienen que ser tratadas, almacenadas y vertidas o transportadas.
- Riesgo de contaminación de suelos, aguas superficiales y subterráneas.
- Riesgos para la salud de la población y el ganado que vive en el entorno, caso de producirse las contaminaciones antes citadas.
- Emisiones de Gases de Efecto Invernadero liberados en la explotación. Se apunta la cifra de una emisión no controlada del 4% del metano manejado en la explotación.
- Posible empeoramiento de la calidad del aire y de las molestias por ruido en el entorno cercano de las explotaciones
- Necesidad de crear accesos para maquinaria y vehículos pesados. Tráfico importante de camiones y maquinaria durante la construcción del pozo.
- Creación de un mosaico de explotaciones en el territorio, que alteran significativamente al paisaje.
Como en casi todo, los estudios técnicos y científicos indican que la explotación de gas no convencional por fractura hidráulica es viable, pero debe hacerse muy bien, por los riesgos que conlleva.
La situación en España
Las zonas de España de mayor interés se encuentran en el tercio norte, pero en casi todas las Comunidades Autónomas se habla de posibles zonas de explotación y hay oposición a ello.
En nuestro país ya tenemos dos bandos bien diferenciados y aparentemente irreconciliables:
- Por un lado las empresas interesadas en la explotación, que se han visto apoyadas por manifestaciones favorables de algunos Gobiernos Autonómicos. Algunos incluso participan en empresas creadas expresamente para explotar el gas no convencional mediante fracking. El Ministerio de Industria es inicialmente favorable a este tipo de explotación minera.
- Por otro, muchos ayuntamientos, grupos ecologistas y plataformas de oposición, que procuran mantener un alto nivel de actividad para oponerse al fracking.
Un titular de Enero de 2013 habla de que “La guerra del «fracking» llega a España” . Confiemos que la sangre no llegue al río y por fin el sentido común, la racionalidad y una gestión seria e informada permita un aprovechamiento sensato de los recursos, si los riesgos lo permiten.
De nada valdría una “arrancada de caballo andaluz”, como seguramente le gustaría a algunas empresas, que buscan rápidos e importantes beneficios, y a algunos políticos que ya se han apuntado al reparto; ni tampoco merece la pena terminar con una “parada de burro manchego”, como tantas veces ha sucedido en este país, cuando la movilización pública y/o unas elecciones cercanas le meten la “temblaera” en el cuerpo a los que mandan. Hagamos bien las cosas de una santa vez, que no estamos para equivocarnos muchas veces y ya es hora de que las decisiones se tomen con conocimiento, sensatez y prudencia.
Los precedentes de minimización irresponsable de riesgos y ocultación de accidentes en la explotación petrolífera en el mar no nos ayudan a confiar en las empresas.
La historia de las empresas americanas que han puesto sus pies en España para explotar el gas no convencional mediante el fracking es, como poco, turbia. Les atrae que las Leyes españolas sean manejables y el excelente trato fiscal recibido. Y la pasada trayectoria de nuestros políticos no anima tampoco al optimismo, pero ya es hora de que hagan bien las cosas o se vayan a casa.
Estoy seguro de no equivocarme si pienso que a todos nos alegraría escuchar que nuestras Administraciones se toman este importante asunto del fracking en serio, y mucho más ver que lo hacen. Es necesario que, si se llega a la conclusión de que la explotación de gas no convencional mediante fracking es razonable, esta no se produzca a costa de las comunidades locales o del medio ambiente. El fracking debe ser seguro y el público debe confiar en que es seguro.
Nuestra Administración ambiental, ¿tiene medios para controlar el fracking?
En España tenemos la legislación y la Administración ambiental capaz de hacer bien las cosas, si les dejan:
- la Evaluación Ambiental de Planes y Programas. ¿Qué tal si primero pensamos y planificamos bien el desarrollo del fracking en España?. ¿O haremos como con las energías renovables?, viajes de ida y vuelta.
- La Evaluación de Impacto Ambiental para aprobar los proyectos básicos.
- La Autorización Ambiental Integrada para aprobar la explotación, realizada sobre proyectos constructivos.
- La Vigilancia Ambiental durante la construcción y explotación, esenciales en una actividad con riesgos importantes.
- El Análisis de Riesgos Ambientales desarrollado y ampliado en cada una de las etapas. El riesgo es el resultado de la probabilidad de que algo ocurra y la gravedad de las consecuencias que se pueden producir si es así. Está claro que las consecuencias de un daño ambiental ocasionado en la explotación por fracking pueden ser muy graves, lo que obliga a asegurarse de que la probabilidad de que se produzca la situación accidental sea muy baja. En estas condiciones la supervisión de que los trabajos se ejecutan de acuerdo a las Mejores Técnicas Disponibles, así como la instalación de elementos de control que permitan detectar la aparición de algunos de los variados impactos que el fracking puede producir, son fundamentales.
- Las Garantías Financieras para cubrir la responsabilidad medioambiental de las explotaciones.
Pero para hacer bien las cosas hace falta que los responsables políticos no se dejen guiar por los rendimientos políticos y económicos rápidos y fáciles. Hace falta que tengan visión de futuro, más allá de las próximas elecciones, y que piensen en el bien común de todos los españoles.
Es hora de hacer bien las cosas
Puedes leer más sobre este tema en el siguiente blog:
http://www.comunidadism.es/blogs/riesgos-ambientales-del-fracking
Puedes encontrar informes serios sobre la materia, por ejemplo, en:
- http://europeecologie.eu/IMG/pdf/shale-gas-pe-464-425-final.pdf
- http://www.umweltdaten.de/publikationen/weitere_infos/4346-1.pdf
- http://ec.europa.eu/environment/integration/energy/pdf/fracking%20study.pdf
- http://www.gao.gov/assets/650/647791.pdf
- http://dialog-erdgasundfrac.de/sites/dialog-erdgasundfrac.de/files/Ex_HydrofrackingRiskAssessment_120611.pdf
- http://royalsociety.org/policy/projects/shale-gas-extraction/
- http://www.raeng.org.uk/news/publications/list/reports/Shale_Gas.pdf
José Luis Canga Director Técnico en Abaleo, S.L. colabora con el Instituto Superior del Medio Ambiente como docente de los cursos Análisis de Riesgos Ambientales, y Especialista en Gestión Ambiental de Producto.
Este post fue originalmente publicado en el blog de Abaleo y se reproduce con permiso de sus autores.
Interesante reflexión.
Este tema se encuentra ahora en plena actualidad en nuestro país, sobretodo en el norte en Cantabria, Burgos, País Vasco.
En Cantabria parece que se ha dado un paso para prohibir esta técnica como podéis ver en este enlace http://www.ecoticias.com/sostenibilidad/74610/Cantabria-prohibira-fracking , aunque a supuesto una gran movilización social.
De igual manera, las protestas se intensifican en otras regiones como es el norte de Burgos (Comarca de las Merindades), donde las autoridades de la zona se ven atraídas por la fuerte inversión que supone la mera investigación.
Esperemos que la administración sepa poner en una balanza estos hechos, y vean que el peso de conservar el medio ambiente y el medio rural es mayor.
Ojalá las Administraciones hagan bien su trabajo y si autorizan la explotación esta se haga con todas las garantías necesarias.