A la hora de dar vida a un alojamiento rural, una de las cosas que debemos tener claras es qué tipo de turistas pueden venir a alojarse con nosotros y aquellos que queremos que vengan. Podemos consultar estudios sobre el perfil de turistas rurales, pero como concibamos nuestro proyecto también va a tener que ver.
Cuando pensamos en turismo rural solemos pensar en actividades relacionadas con el espacio en el que nos vamos a alojar. Me vienen a la cabeza, por ejemplo, el caso de campings en la playa donde suelen hacerse actividades de surf o simplemente disfrutar de la playa; hoteles u hostales rurales de montaña, donde se realizan actividades de montaña y/o de aventura, como trekking, barranquismo, descenso de ríos o simplemente kayak u otras. También, están aquellos turistas que simplemente van a pasar el fin de semana a la casa rural con sus amigos o familia y no salen prácticamente de ella. Un factor importante será la zona donde se encuentre nuestro alojamiento rural, eso hará también que nos visite un tipo de turistas u otros.
Pero hay otro tipo de actividades que también se pueden realizar, y realmente conforman una tipología de turismo, que, a su vez, se podría encuadrar dentro es el turismo de bienestar. Lo cierto que llega un punto en el que las tipologías de turismo no llegan a ser únicas si no que se mezclan o diversifican. Pero, ¿Qué se te ocurre al leer la palabra bienestar? Quizás lo primero que viene a la cabeza son spas o balnearios. Pero hoy quiero apuntar a otra cosa.
En los alojamientos rurales suele haber una oferta de actividades muy interesantes, desde el alojamiento en sí o con empresas a las que se llegan a acuerdos. Hay un tipo de actividad, que más bien, podemos denominar paquete que está empezando a hacerse un hueco bien amplio en nuestro país, aunque quizás no tiene todavía demasiada repercusión en algunas zonas. Me estoy refiriendo a los retiros de yoga, retiros de meditación o similar. Estas propuestas suelen darse en lugares preciosos y de plena naturaleza, en ocasiones en “mitad de la nada” y en otros casos cerca de algún entorno rural, por lo tanto, se encuadraría dentro de un turismo que se desarrolla en naturaleza. Independientemente de eso, lo que me parece interesante es la oportunidad que se abre a este tipo de alojamientos que nos ocupan. Perfectamente pueden combinar el enfoque a turistas que buscan aventuras en la montaña y turistas que buscan esa conexión profunda con uno mismo. Ambos, salen de la ciudad y del ruido, buscando tranquilidad, calma y naturaleza.
¿Qué habría que tener en cuenta a la hora de gestionar un alojamiento que quiera atraer a este tipo de clientes? El espacio. Con espacio no me refiero al entorno natural, que, sin duda, es importantísimo. En este caso, me refiero a un espacio donde se puedan desarrollar este tipo de actividades o prácticas. En verano, dependiendo de la zona del país, puede resultar agradable hacer una clase de yoga o meditación al aire libre, pero hay que tener en cuenta, que este tipo de actividades necesitan algún espacio cerrado. Normalmente una sala diáfana, espaciosa con luz natural y con ventilación. Esta sala, quizás también nos puede servir, dividida en dos partes, para guardar material para las actividades que podamos estar ofreciendo u otro tipo de enseres.
En estos retiros, se suele realizar también alguna actividad complementaria en la naturaleza, como paseos o caminatas conscientes. Ya existen, por ejemplo, combinaciones y paquetes de surf y yoga.
Sinceramente, creo que puede ser una buena opción a tener presente a la hora de dar vida a nuestro proyecto de alojamiento rural y, así, añadir un plus simplemente construyendo un espacio donde se puedan desarrollar estas prácticas o actividades. Esto, nos va a atraer a un número de personas que viajan con un plan específico, cerrado y organizado, dándonos a conocer con muy poco coste y esfuerzo. Lo que es seguro es que, si el espacio les gusta, y eso dependerá también mucho de la experiencia vivida, que suele ser positiva, nos harán marketing gratuito sin necesidad de hacer nada más. Nosotros, como alojamiento tan solo tenemos que ofrecer un servicio de calidad, buena limpieza, buena cocina y buena atención al cliente, algo que sí o sí debemos estar haciendo para todos.
Patricia González-Mohíno, Diplomada en turismo, es docente en el curso online Creación y Gestión de Alojamientos Rurales.
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