Desde hace décadas las zonas costeras de la Península Ibérica están siendo sometidas a distintas presiones de origen diverso (aumento de las construcciones cerca de la costa, aumento poblacional, vertidos de residuos sólidos o químicos…) que han derivado en la pérdida de biodiversidad de especies animales y vegetales y la destrucción de los ecosistemas de las zonas de dunas.
En los últimos años, una especie en concreto, el Carpobrotus edulis o también conocida vulgarmente como la “uña de gato”, se ha propagado por distintas zonas de las costas españolas teniendo consecuencias muy negativas para las especies autóctonas que allí conviven y por ello se están llevando a cabo numerosos proyectos de erradicación y control.
Esta especie exótica invasora comenzó a avistarse en España (desde que se tienen registros) en el año 1900 en Galicia y desde entonces se ha ido extendiendo por numerosas zonas del Norte y Este hasta llegar a poblar superficies muy extensas que en algunos casos han provocado la pérdida de biodiversidad desplazando a otras especies autóctonas del género Mesembryanthemum o Capparis, entre otras.
Una de las causas de su potente y rápida dispersión es por la ingestión de sus frutos por parte de los conejos que posteriormente depositan sus excrementos en otras zonas. La semilla resiste los jugos gástricos de la digestión y germina con una potente aportación de abono derivada de los restos de excrementos que la ayudan en su crecimiento en las primeras semanas.
Aunque ésta sea la primera causa de su dispersión y colonización, hay otras producidas por la utilización de ésta como especie ornamental de jardines y zonas ajardinadas de numerosos establecimientos que están dentro de las costas.
Cualquier esqueje tanto de hoja como de su tallo es fácilmente reproducible en cualquier otro lugar y por ello, la mano del hombre también ha tenido mucho que ver en su dispersión ya que se desarrolla tanto en zonas de rocas como de arena con sorprendente velocidad.
Carpobrotus edulis es una especie de las denominadas carnosas, crasas o suculentas cuya característica principal es la modificación de sus hojas que han adoptado un grosor mayor al de la mayoría de las especies sirviendo como almacén de agua y sustancias de reserva. Ésto la convierte en una especie muy bien adaptada a condiciones de falta de agua y altas temperaturas. También tiene un sistema radicular adventicio que se desarrolla en distintos puntos de los tallos rastreros permitiéndole extenderse por otras zonas o resistiendo al arranque parcial de la misma.
Sistemas de erradicación y control
Se han desarrollado distintos sistemas para su control y con diversos resultados:
- Uso de agentes químicos como el glifosato: efectivo parcialmente ya que inhibe su germinación, pero muy peligroso debido a la contaminación de los lugares donde se realizan las aplicaciones, especialmente debido al origen arenoso de la mayoría de los lugares donde se extiende y que permite una mayor penetración en otras capas y su llegada al mar afectando también a otras especies de animales y plantas autóctonas. Además su prohibición se hará efectiva en España a finales de 2023.
- Arranque manual: con uso de máquinas y siendo seguido por la reintroducción de especies nativas y autóctonas. El inconveniente de este método está en la facilidad de reproducción por cualquier resto de tallo que quede en el terreno.
Debido a que no se conocen enemigos naturales que puedan ayudar a la erradicación de esta especie no se están utilizando para su gestión y control.
Estos métodos siempre conllevan el tratamiento del residuo incluyendo su transporte, trituración y deshecho que produce gastos millonarios que van unidos a la inversión en los programas de inventariado y seguimiento del control de la especie.
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Fuentes:
- Sitio web
- “Evolución de los hábitats dunares en áreas sometidas al control y erradicación de la especie invasora Carpobrotus edulis”. Informe técnico. www.Agroambient.gve.es
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