El día 29 de noviembre de 2019 se celebra el Día Sin Compras (Buy Nothing Day). Presumiblemente habréis oído hablar poco o nada de esto en estos últimos días, sin embargo “Black Friday” sí que os sonará y sabéis perfectamente en qué consiste, pues es muy probable que hasta tengáis pensado aprovecharlo.
Por ello en este post me gustaría hablar sobre este fenómeno y sobre el primero de los días que se celebran mañana.
El Día Sin Compras es una jornada de huelga simbólica de consumidores que se organiza a nivel mundial para llamar la atención sobre el consumismo desmedido que supone el Black Friday. Además, pretende advertir sobre lo negativo del modelo de consumo en el que vivimos, en el que constantemente se nos generan nuevas necesidades que sentimos que tenemos que cubrir y que si no lo hacemos, nos encontramos fuera de lugar.
El Black Friday es una tradición que hemos importado de Estados Unidos, como muchas otras, que desde mi particular punto de vista poco o nada nos aportan más que continuar gastando y comprando cosas que, en muchos casos, adquirimos porque “hay descuentos y rebajas”. En España esta costumbre prácticamente no existía hace 7 años y a día de hoy parece imprescindible, pues el bombardeo publicitario así nos lo ha metido en la cabeza y no hemos sido capaces de ponerle freno o no dejarnos influenciar.
No somos conscientes del impacto que nuestro modo de vida ocasiona en el medio ambiente, tanto a nivel de consumo de recursos, pérdida de biodiversidad o generación de residuos como en lo relacionado con derechos humanos y desigualdades sociales. Esto la mayoría de la sociedad no se lo plantea en un día como el del Black Friday y no está de más recordarlo. Hay que ser responsables en nuestra manera de consumir, pensando en si realmente necesitamos es producto, teniendo en cuenta sus características a la hora de comprarlo y considerando otras opciones que podrían ser más solidarias y respetuosas con el medio ambiente.
No obstante, no me quiero quedar en el hecho de que sólo nos concienciemos sobre esta problemática en un día concreto, el Día Sin Compras, si no que el resto del año también tenemos que ser capaces de realizar un consumo responsable y crítico que se adapte a un modelo más justo y sostenible.
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