Me preguntaba hace unos días un buen amigo, destacado profesional con envidiable clarividencia en la identificación de oportunidades dentro de nuestro sector, si habíamos alcanzado nuestros objetivos con tanto Desayuno de Trabajo y tanta actividad de cuestionable retorno. Me sorprendió la pregunta, especialmente viniendo de alguien a quien admiro y cuya visión le ha permitido ser pionero en la puesta en marcha de distintas iniciativas a las que, más tarde y siguiendo su estela, nos hemos ido sumando unos y otros.
Sólo a título informativo diré que los Desayunos de Trabajo #GreenNB son encuentros periódicos promovidos por emprendedores del mundo del medio ambiente y que tienen por objeto facilitar el intercambio de experiencias y puntos de vista relacionados con la puesta en marcha de nuevos proyectos de carácter innovador. Hasta la fecha hemos celebrado nueve en nuestras propias instalaciones y hemos tenido la oportunidad de trasladar el formato a Sevilla y Soria donde Ignus Community y El Hueco respectivamente han ejercido de anfitriones. Aunque tienen una forma un poco particular de financiación, la participación en los Desayunos no tiene coste alguno para los asistentes, quienes por otra parte enriquecen cada uno de los encuentros con su presencia y la de sus empresas y proyectos.
Independientemente de estos Desayunos de Emprendedores, ISM desarrolla infinidad de acciones cuyo coste asume la propia institución y no se traslada al destinatario final. Celebración de Jornadas Técnicas, elaboración de Guías o promoción de proyectos relacionados con el sector son algunas de las iniciativas en las que puede participar todo el mundo sin coste alguno.
¿Dónde está el beneficio? ¿Por qué lo hacemos entonces? Pues por muy diversos motivos que van desde la satisfacción personal de cada miembro del equipo hasta la identificación de las necesidades de los destinatarios de nuestros servicios o la consolidación de nuestro proyecto en términos de visibilidad y presencia en la red. Estos encuentros de networking nos permiten conocer las actividades que desarrollan empresas y profesionales y trasladar a menudo su know how a acciones formativas dentro de su ámbito de conocimiento en las que participan con posterioridad. Porque en la inmensa mayoría de los casos todas estas actividades nos devuelven mucho más de lo que demandan y porque colaborar supone precisamente abrir tu casa a la participación de terceros sin que sea imprescindible un objetivo económico. Una filosofía que hasta la fecha nos ha funcionado bien y por la que seguiremos apostando seguros de que también nos beneficiamos de muchas iniciativas equivalentes que ponen en marcha entidades con las que compartimos objetivos e intereses. Un planteamiento que supone seguro un esfuerzo pero que también nos devuelve infinidad de intangibles que nos permiten confirmar cada día que colaborar no multiplica las ganancias, multiplica los ganadores.
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