Nuestro bienestar depende de la renaturalización de las ciudades, de la implementación de anillos verdes, el establecimiento de planes de gestión del árbol urbano, así como la implantación de nuevos bosques y espacios verdes en todos los lugares posibles y con la debida cultura, son ingredientes imprescindibles para hacer las ciudades más habitables, placenteras y sostenibles. Decía Josép Fontseré y Mestre (1829 – 1897), arquitecto y maestro de obras en la Ciudad Condal hace casi dos siglos, que los “jardines, son a la ciudad lo que los pulmones al cuerpo humano”.
Los estudios demuestran que los seres humanos son más saludables, más felices y más productivos cuando viven, trabajan y aprenden en un entorno con vegetación. En virtud de esto, para tener ciudades sostenibles, comprendiendo a las ciudades como un ecosistema, se requiere inversión publica de nuevos recursos para mejorar la proporción de los bosques urbanos y espacios verdes. Como también, es importante planificar la ejecución de los recursos considerando la necesidad e importancia que estos tienen para el equilibrio y sostenibilidad de las ciudades, ello permitiría, por ejemplo, “la mejora del ambiente, como la purificación de algunos ríos que han estado contaminados durante muchas décadas, o la recuperación de bosques autóctonos, o el embellecimiento de paisajes con obras de saneamiento ambiental”.
Esto será posible, en la medida, que las entidades municipales sean capaces de enfrentar este gran desafío a través de proyectos de naturalización y recuperación de los espacios fluviales que redunden en la mayor calidad vida de sus vecinos y del entorno. Los ríos con sus funciones ecosistémicas en buen estado son una fuente de nutrientes, grandes contenedores y transportadores de biodiversidad, corredores de vida entre las partes altas y las bajas de una cuenca, entre otras.
En esta línea, es de celebrar el proyecto de la ciudad de Valencia que buscará ayudas de la UE para renaturalizar el nuevo cauce del rio Turia, siendo una de las 158 iniciativas incluidas por el Ayuntamiento en la llamada Estrategia Urbana 2030. El objetivo es crear una nueva infraestructura verde que armonice la función de drenaje de esta zona y potencie la biodiversidad y el uso ciudadano del espacio. El objetivo es pasar de una concepción de canal urbano a otra de corredor biológico metropolitano de uso público.
El proyecto cuenta con la colaboración de la Cuenca Hidrográfica del Júcar, quienes han anunciado que empiezan los estudios para el establecimiento de un lecho interior dentro del nuevo cauce del Turia, que tiene una longitud de 11,8 kilómetros hasta la desembocadura, que permitirá la creación de un caudal ecológico que sería inicialmente de unos 400 litros por segundo.
Este proyecto, a su vez, cuenta con el avalan de estudios académicos de Francisco Vallés-Morán y Beatriz Nácher del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, quienes en su artículo científico concluyen que es una actuación «no solo posible» sino que «es también conveniente, oportuna y viable«, aunque admite que requiere de «compromiso colectivo» para poder llevarla a cabo.
El estudio sugiere que el nuevo cauce que proyecte en el seno del canal sea «sinuoso» e intente «dar continuidad a través de él al cauce natural del río Túria«. Y, además, que esté conectado a su vez con lagunas laterales y/o zonas de inundación controlada que permitan controlar el «daño a las nuevas instalaciones«, que deben estar concebidas precisamente para que «con cierto período de recurrencia, puedan requerir reparación o reposición, ya sea total o parcial«.
Como ya hemos expresado celebramos la nueva sensibilización ambiental de las administraciones públicas, los profesores Vallés-Morán y Nácher destacan que «necesario volver la mirada a las antiguas obras hidráulicas, como los canales de hormigón, y repensarlos con la mirada de ahora» bajo la «necesidad de ganar espacios de calidad para el uso ciudadano«. En donde, a partir de los nuevos conocimientos y técnicas estudiar proyectos de naturalización y la compatibilidad de nuevos usos «sin comprometer su función original«.
Ciertamente, lo previsto en el río Túria en Valencia viene a sumarse a las acciones de renaturalización de ríos urbanos realizadas en otras de ciudad de España como son el rio Manzanas en Madrid, el del río Arlanzón, en Burgos, o del Bernesga, en León, entre otros.
Como subraya Santiago Martín Barajas, ingeniero agrónomo de Ecologistas en Acción del proyecto de renaturalización del Manzanares, “la naturaleza suele reaccionar de forma rápida e incluso espectacular, y pasa a contar de forma casi inmediata con la aceptación de la gran mayoría de la ciudadanía, tal y como ocurrió en Madrid, donde por primera vez en muchos años, la mayoría de la población se siente orgullosa de su río”.
Cabe subrayar que la renaturalización de los ríos urbanos es cada vez más generalizada en todo el mundo. Martín Barajas destaca los casos de Múnich y Los Ángeles. En la ciudad alemana, se inició en 1995 un proceso para renaturalizar su río urbano Isar bajo el lema ¡Nueva vida para el Isar!. El cual estaba completamente canalizado en todo su recorrido por la ciudad de Múnich. Se buscó el retorno a una imagen naturalizada de cauce y riberas. Los objetivos fueron garantizar y mejorar la protección frente a inundaciones, la recuperación del buen estado ecológico del río, la recuperación de las orillas para el ocio y actividades de recreo y la mejora de la calidad del agua.
En cambio, la ciudad de Los Ángeles comenzó a principios del 2001 la transformación del río que lleva su mismo nombre, gracias a la presión social y el apoyo de las administraciones públicas.
00Desde el Instituto Superior del Medio Ambiente, nos súmanos al movimiento re-imaginar las ciudades; para lo cual hemos desarrollado un nuevo curso Ciudades verdes: hacia la regeneración urbana, en modalidad ON LINE. En este curso expondremos las herramientas teóricas y prácticas básicas de implementación de planes de renaturalización de las ciudades a través de los espacios verdes urbanos, periurbanos y naturales interconectados. Todo ello a través de acciones de agricultura urbana, sistemas de drenaje sostenible, muros y tejados verdes entre otros, con el fin de conseguir un urbanismo sostenible en nuestras ciudades.
¡Te esperamos!
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