Por su propio nombre, queda claro que la Huella de Carbono, la Huella de Agua y la Huella Ambiental de la Unión Europea son cosas diferentes. Pero, ¿tienen algo en común?
La verdad es que las tres Huellas comparten algo muy importante. Se fundamentan en evaluar el “ciclo de vida completo” de un producto o de una organización. Esto significa que sea lo que sea lo que quieras medir, la evaluación se ha de hacer:
- Desde la extracción y procesado de la materia prima, considerando también su transporte hasta la industria u organización que estamos evaluando. Es lo que se llama la fase de “aguas arriba”.
- Pasando por la actividad de la industria u organización evaluada. Se llama “proceso principal”.
- Considerando la fase de uso del producto.
- Evaluando también la gestión de los residuos: al final de la vida útil del producto; o de la organización.
La Huella de Carbono se centra en evaluar las emisiones y remociones de Gases de Efecto Invernadero. Para un producto, Los estándares más utilizados para su cálculo son ISO/TS 14067:2013, GHG Protocol y PAS 2050. Para una organización, son ISO/TR 14069:2013 y GHG Protocol.
La Huella de Agua (ISO 14046) y la Huella Hídrica (Water Footprint Network) se concentran en impactos ambientales asociados con el agua.
La Huella Ambiental de la Unión Europea evalúa los consumos de materia y energía, renovables y no renovables, junto a 16 categorías de impactos ambientales potenciales: Huella de Carbono; disminución de la capa de ozono; efectos cancerígenos y no cancerígenos sobre la toxicidad humana; emisión de partículas; emisión de radiaciones ionizantes; formación de ozono fotoquímico; acidificación; eutrofización terrestre, de aguas dulces y marinas; cambio de usos del suelo; disminución del recurso agua y de recursos minerales, fósiles y renovables.
La Huella Ambiental de la Unión Europea se calcula aplicando: la RECOMENDACIÓN DE LA COMISIÓN, de 9 de abril de 2013, sobre el uso de métodos comunes para medir y comunicar el comportamiento ambiental de los productos y las organizaciones a lo largo de su ciclo de vida; y las Reglas de Categoría específicas de cada producto. El objetivo es que entre 2016 y 2020 se generalice en la Unión Europea el uso voluntario de la Huella Ambiental de Producto y Organización.
Pero las tres huellas tienen otras cosas en común:
- La Huella de Carbono de una Organización, la Huella de Agua y la Huella Hídrica diferencian la Huella Directa de la Indirecta.
- En la Huella de Carbono y en la Huella Ambiental de la Unión Europea, de un Producto, es habitual separar los resultados obtenidos en la fase de aguas arriba, en el proceso principal y en la fase de aguas abajo.
- La Huella de Carbono es una de las categorías de impacto ambiental que se evalúan en la Huella Ambiental de la Unión Europea. Y, además, varias de las categorías de impacto que se estudian en esta última (eutrofización de aguas dulces y marinas; disminución del recurso agua), forman parte de una Huella de Agua.
- Todas tienen como objetivo reducir el impacto ambiental a lo largo de todo el ciclo de vida.
Como ves, hay una interesante interrelación entre las tres huellas comentadas. Y cuando profundizas en su conocimiento, encuentras unas cuantas más.
En definitiva:
- La Huella Ambiental de la Unión Europea es el indicador más completo, que incluye la Huella de Carbono y algunas formas de expresar la Huella de Agua.
- La Huella de Agua es más amplia que la Huella Hídrica y puede incluir a esta entre sus indicadores.
- La Huella hídrica se centra en evaluar los consumos de agua y el volumen de agua contaminada.
- La Huella de Carbono, la Huella de Agua y la Huella Hídrica son indicadores ambientales parciales, más fáciles de calcular que la Huella Ambiental de la UE. Son útiles para demostrar los avances que hacen las empresas/organizaciones en favor de la protección del medio ambiente.
- La toma de decisiones no debería basarse solo en los datos suministrados por indicadores que sólo miden algún aspecto ambiental, como ocurre con la Huella de Carbono, la Huella de Agua o la Huella Hídrica, por el riesgo de aumentar otras categorías de impactos ambientales sin darnos cuenta.
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