El viernes pasado finalizó el VII CONEIA en la ciudad de Oviedo. Han sido tres días de conferencias, comunicaciones, talleres y debates que han proporcionado un análisis del procedimiento actual de EIA y EAE y han señalado las tendencias futuras del procedimiento de EIA.
El primer día de Congreso, el MAGRAMA indicó, que están elaborando un borrador para la modificación de la actual ley de EIA y EAE con objeto de simplificar y agilizar el trámite. Asimismo la UE está realizando un borrador para modificar la Directiva de EIA. Uno de los puntos que puede que se vean modificados y que suscitó más comentarios fue la obligatoriedad o no del trámite de consultas previas.
En el Congreso se pusieron de manifiesto deficiencias observadas en el procedimiento actual, como la impredecibilidad de resultados, la complejidad de procedimientos, los retrasos que alargan el trámite en el tiempo o la duplicidad de procesos (EAE, EIA, AAI).
Por otra parte, se reivindicó la importancia del papel de la EAE para enriquecer los planes y programas, y la necesidad de establecer diferencias entre la EAE y la EIA de forma que no se duplique el procedimiento para planes muy reducidos y similares a proyectos, sino que se fomente el procedimiento en cascada. A este respecto, parece que las administraciones, tanto nacional, como autonómicas, tenderán a establecer una Ventanilla Única Ambiental.
El tema de la gestión del conocimiento suscitó gran interés a raíz de la conferencia realizada por el D. Luis Enrique Sánchez de la Universidad de Sao Paulo y presidente de la IAIA. Se puso de manifiesto la necesidad de que todo el conocimiento generado en la fase anterior a las obras, se incorpore realmente durante el seguimiento ambiental, y viceversa, que todos los datos obtenidos durante los seguimientos sean aprovechados por las empresas, y por la administración para futuros estudios ambientales. Del mismo modo, se señaló la importancia de establecer procedimientos que permitan la transferencia de conocimiento de los técnicos, de forma que no se pierdan cuando uno de ellos abandona la organización. En definitiva fomentar la comunicación entre todas las partes para lograr una evaluación ambiental efectiva y que incorpore toda la información disponible.
Ha quedado patente, la utilidad de los SIG en la EIA, herramientas que con los años se ha convertido en imprescindible para cualquier técnico ambiental, ya que la mayor parte de las comunicaciones y conferencias, han hecho referencia en algún momento a la utilización de las mismas.
Señalar por otra parte, la importancia que se le ha dado a la evaluación del impacto sobre el cambio climático. A este tema se han dedicado cuatro comunicaciones, un taller, y ha sido citado en varias conferencias (incluida la conferencia sobre cambios legislativos realizada por el MAGRAMA). Parece que la huella de carbono se perfila como un indicador para evaluar el impacto sobre el cambio climático dentro del procedimiento de EAE y EIA.
En los debates y mesas redondas se lanzaron las siguientes preguntas a los asistentes:
- ¿Influye la crisis económica en la aplicación de la evaluación ambiental?
- ¿Sirve de algo el seguimiento ambiental?
Preguntas a las cuales bien podríamos responder cada uno de nosotros como técnico ambiental. Os animo a ello.
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