La ciencia siempre se ha visto, desde el punto de vista del ciudadano de a pie, como algo complejo y poco participativo, destinado a los profesionales de la materia.
En los últimos años la situación ha cambiado drásticamente. Con el esfuerzo de los propios investigadores, haciendo más accesible sus investigaciones, pero también de una herramienta tan importante como la divulgación científica. Una nueva corriente que ha cambiado la forma de percibir la ciencia. Los divulgadores científicos usan las redes sociales, youtube, talleres o eventos presenciales para hacer fácil y divertido lo que en principio puede parecer muy complejo, para todos los públicos. El interés de la población queda plasmado en los miles de personas que asisten anualmente a eventos como Naukas, Desgranando Ciencia o Ciencia JotDown.
Este auge en el interés por la ciencia por parte de la ciudadanía es palpable, pero lo es más el aumento de la participación. La ciencia ciudadana es un claro ejemplo de ello, ya que invita a todos los ciudadanos a participar en los procesos científicos. Han surgido muchas iniciativas de ciencia ciudadana en los últimos años que han tenido un gran éxito.
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La plataforma Biodiversidad Virtual es un claro ejemplo de ello, reuniendo desde hace más de 10 años a científicos, técnicos, aficionados, fotógrafos… miles de personas realizando fotografías, georreferenciando, identificando y realizando trabajos para crear una de las mayores bases de datos sobre biodiversidad de nuestro país. Además de todos los voluntarios que aportan sus datos, existen coordinadores, expertos sobre un tema en concreto, que identifican y estructuran todas las fotografías realizadas.
Las mariposas son de los grupos de insectos que más pasiones levanta, ya que su comportamiento, sus colores y su variabilidad son muy atractivas para todos. El Programa Europeo de Seguimiento de Mariposas es una de las redes de ciencia ciudadana, donde miles de personas censan estos insectos, todos con la misma metodología estandarizada y asesorados por expertos.
Aunque sin duda, el grupo más estudiado y que más llama la atención, son las aves. Existen varios métodos de seguimiento de avifauna, como el anillamiento científico de aves, la telemetría o los censos, que realizan profesionales cualificados para ello, pero también permiten la participación ciudanía, sin la que no sería posible establecer una red tan amplia de datos.
La Sociedad Española de Ornitología, SEO/Birdlife, es pionera en proyectos de ciencia ciudadana y promueven toda una serie de programas de seguimiento de avifauna basados en la ciencia ciudadana, que intentan abarcar todos los grupos de aves además de su fenología.
También se tiene en cuenta para las participaciones el nivel de dificultad, ya que para su correcta realización los participantes deben tener nociones básicas de cantos, identificación, metodología… Para la correcta realización, existe una gran cantidad de información online, además de la formación que proporcionan al comienzo de cada programa de seguimiento los Grupos Locales de SEO.
Los programas más populares y asequibles son NOCTUA (Tendencia de Aves Nocturnas), SACRE (Seguimiento de Aves Reproductoras) y SACIN (Seguimiento de Aves Invernantes) y sus modalidades urbanas. Otros programas como Migra, Paser o censos más específicos requieren una habilidad mayor.
Implicar a la ciudadanía en las metodologías científicas es clave para obtener datos que de otra manera serían impensables, además de concienciar y sensibilizar sobre la biodiversidad y su conservación.
Sergio Martín Serrano, ambientólogo especializado en educación e interpretación ambiental y en conservación de la biodiversidad, es el docente del Curso de Técnicas y Metodologías de Seguimiento de Avifauna del Instituto Superior del Medio Ambiente. Curso recomendado para aquellos que quieran saber más sobre censos y otras técnicas de seguimiento de aves.
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