La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve el profesionalismo y el sacrificio de los dos millones de marinos que sirven en la flota mercante mundial. El medio marítimo ha seguido transportando más del 80% del comercio mundial, incluidos suministros médicos vitales, alimentos y otros bienes básicos que son fundamentales para la respuesta y la recuperación del COVID-19.
Sin embargo, cientos de miles de marinos se enfrentan a una crisis humanitaria sin precedentes ya que se han quedado varados en el mar, sin poder bajarse de los barcos que operan con contratos prorrogados por varios meses. Esto debe abordarse con urgencia a través de los gobiernos, los cuales deben considerar a la gente de mar como trabajadores esenciales y garantizar que se puedan realizar cambios de tripulación seguros.
Nuevas tecnologías para un transporte marítimo más ecológico
El tema de 2022, «Nuevas tecnologías para un transporte marítimo más ecológico», refleja la necesidad de apoyar una transición del sector marítimo hacia un futuro más sostenible y ecológico en el que no dejemos a nadie atrás , a pesar de enfrentarnos al reto de un mundo postpandémico.
El lema también está estrechamente vinculado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS), y más en particular con el objetivo 4 sobre la educación de calidad; el objetivo 8, relacionado con el trabajo decente; el objetivo 9, sobre innovación e industria, que se vincula a la promoción de un sector marítimo resiliente; y el objetivo 5, sobre la igualdad de género, vinculado a los esfuerzos por promover la profesión marítima como una carrera para todos, hombres y mujeres.
La celebración de este año tendrá lugar el 29 de septiembre y se espera que el evento oficial con motivo del Día Internacional se celebre en Sudáfrica.
¿Por qué un día sobre el transporte marítimo?
Siempre se ha reconocido que la mejor manera de mejorar la seguridad en el mar es elaborar normas internacionales que sean observadas por todas las naciones dedicadas al transporte marítimo, y a partir de mediados del siglo XIX comenzaron a adoptarse una serie de tratados internacionales. Varios países propusieron el establecimiento de un organismo internacional de carácter permanente con miras a promover la seguridad marítima de forma más eficaz. No fue hasta el establecimiento de las Naciones Unidas que estas esperanzas se convirtieron en realidad. En 1948, en el marco de una conferencia internacional que tuvo lugar en Ginebra, se adoptó un convenio por el que se constituyó formalmente la Organización Marítima Internacional (OMI). El Convenio constitutivo de la OMI entró en vigor en 1958 y la nueva Organización se reunió por primera vez el año siguiente.
Los objetivos de la organización, que se reseñan en el Artículo 1 a) del Convenio, son, a saber: «Deparar un sistema de cooperación entre los Gobiernos en la esfera de la reglamentación y de las practicas gubernamentales relativas a cuestiones técnicas de toda índole concernientes a la navegación comercial internacional; alentar y facilitar la adopción general de normas tan elevadas como resulte factible en cuestiones relacionadas con la seguridad marítima, la eficiencia de la navegación y la prevención y contención de la contaminación del mar ocasionada por los buques». La Organización también está facultada para ocuparse de los asuntos administrativos y jurídicos relacionados con estos objetivos. Por otra parte, no cabe duda de que la OMI ha progresado mucho desde su creación.
La Organización vio la luz en un mundo agotado por la guerra, en el que las antiguas potencias coloniales aún eran dominantes en lo que a prosperidad y el comercio se refiere. Como resultado de ello, esos países también eran las principales potencias en el ámbito del transporte marítimo y, como tales, tenían tendencia a crear sus propias reglas con respecto a la construcción naval y a la seguridad y la dotación de los buques, entre otros aspectos.
Hoy en día todo esto ha cambiado. La globalización ha transformado el comercio internacional, han surgido nuevas potencias marítimas y las numerosas medidas establecidas por la OMI constituyen ahora los cimientos sobre los que puede seguir desarrollándose y prosperando un sector más seguro y más limpio. Asimismo, la labor de la OMI ha demostrado indudablemente que la elaboración, adopción, implantación y aplicación de normas internacionales a escala mundial, constituyen la única forma eficaz de regular un sector tan diverso e internacional como el del transporte marítimo.