La expedición internacional del barco “Polarstern” al Ártico, coordinada por Alemania, alertó este martes de la aceleración del deshielo del polo, que el verano de 2020 fue la más rápida desde que se documenta este proceso.
«Únicamente el estudio de los años venideros permitirá saber si todavía podemos salvar la banquisa del Ártico, presente todo el año, gracias a una protección del clima, o si ya hemos traspasado ese punto de no retorno», afirmó el alemán Markus Rex en Berlín, ocho meses después del retorno de la misión internacional que estuvo un año en el Ártico
Deshielo
La extensión de hielo ocupó el verano del año pasado la mitad de la superficie que abarcó unas décadas atrás, informó el jefe de la expedición, Markus Rex, del Instituto Alfred Wegener, al presentar en Berlín un primer balance aún parcial de sus estudios.
El grosor de la capa de hielo es asimismo la mitad que hace 130 años, cuando empezaron a hacerse de forma regular estas mediciones.
Estas primeras conclusiones se han difundido ocho meses después del regreso del “Polarstern” al puerto de Bremenhaven (norte de Alemania), tras más de un año de exploración del Ártico.
Rex relató ante los medios las experiencias sentidas al atravesar el polo y los temores de que, de no detenerse la evolución actual, el llamado hielo eterno desaparecerá, al menos en el verano.
El grosor del hielo ha perdido notablemente espesor, incluso en invierno, prosiguió el responsable de la expedición.
El “Polarstern” regresó en octubre a su puerto base en el norte de Alemania y elabora aún las conclusiones definitivas de las observaciones recabadas por su equipo, integrado por científicos de 20 nacionalidades.
El barco había partido el 20 de septiembre de 2019 de un puerto noruego. Fue la expedición más larga realizada por un rompehielos durante un invierno ártico y estuvo coordinada por el Instituto Alfred Wegener
El presupuesto estimado de la expedición fue de unos 140 millones de euros (casi 170 millones de dólares al cambio actual). Participaron en la misión 442 personas, entre tripulación, científicos, personal de relevo y equipos de acompañamiento en otros barcos.
Su objetivo principal era componer un mosaico sobre lo que se considera el “epicentro de la crisis climática” y obtener evaluaciones científicas sobre sus repercusiones sobre el resto del planeta.
Fuente: EFEverde
Un noticia preocupante, espero que apostemos por energías renovables como la biomasa para evitar que esta tendencia no vaya a más.