Un equipo internacional de investigadores, liderado por la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha logrado identificar en un estudio el papel del pastoreo del ganado como el mejor regulador de la biodiversidad y del funcionamiento ecosistémico en los próximos años.
El trabajo de investigación, que ha sido publicado en la revista ‘PNAS‘, sugiere que aumentando la diversidad de herbívoros en el campo -manteniendo niveles similares de carga ganadera-, podemos fomentar la biodiversidad y funcionalidad de ecosistemas de pastoreo.
El pastoreo es unos de los métodos más extendidos de producción de ganado, afectando a más del 25 % de todas las tierras emergidas, y juega un papel fundamental en la producción de alimentos, con especial importancia en los países en vías de desarrollo, destacan desde la URJC en una nota.
Sin embargo, el ‘sobrepastoreo’ también puede tener consecuencias negativas sobre los ecosistemas terrestres, provocando una disminución de su biodiversidad y funcionamiento ecosistémico, y “fomentando la desertificación de nuestros ecosistemas”, señala el doctor de la URJC Manuel Delgado Baquerizo.
Fomentar la salud de nuestros ecosistemas para los futuros habitantes
“Uno de los mayores desafíos de la humanidad es mantener una producción sostenible de alimentos a nivel global, que nos permita alimentar a los millones de nuevos habitantes de la Tierra, mientras que fomentamos la salud de nuestros ecosistemas”, añade Delgado Baquerizo, coautor del estudio.
El profesor de la URJC insiste en que la población mundial “superará los 11.000 millones de habitantes en 2100” y que este incremento de la población “irá ligado a un aumento de la demanda de productos cárnicos y lácteos per cápita, y conllevará un incremento en la cantidad de ganado pastoreando nuestros ecosistemas”.
Para realizar este estudio, los investigadores llevaron a cabo un experimento de campo de cinco años en uno de los pastizales más pastoreados y de mayor tamaño de la Tierra, en el noreste de China, en colaboración con la Universidad del Noreste de China.
En este experimento, los autores del artículo, usaron técnicas de secuenciación de ADN y evaluaron los efectos del pastoreo proveniente de especies únicas (vacas o ovejas) y mezcladas (vacas y ovejas) de ganado sobre la biodiversidad de plantas, insectos, microbios del suelo y múltiple funciones ecosistémicas.
Los resultados reflejan que incrementando la diversidad de tipos de ganado -vacas, ovejas, etc- se puede “fomentar la biodiversidad de plantas e insectos, bajo condiciones de pastoreo, y así, promover de manera indirecta los múltiples servicios ecosistémicos, que son regulados por esta biodiversidad”.
Fuente: EFEverde
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