Gran parte de Europa está enfrentando temperaturas récord a causa de la segunda ola de calor que afecta al continente en un mes.
El norte de Francia está en alerta roja por altas temperaturas. En París ayer el observatorio del parque de Montsouris marcó un récord histórico de 42,6 ºC.
De hecho, la noche del miércoles al jueves la temperatura mínima fue de 25 ºC, la tercera más elevada de la historia.
En el sudoeste del país, Burdeos alcanzó el martes su máximo histórico (41,2 grados, casi uno por encima de los 40,3 grados de 2003). Dos reactores nucleares de la central de Golfech, en el suroeste del país, han sido detenidos debido al recalentamiento del río Garona a su paso por Valence. Aunque las autoridades prevén un mayor consumo de energía eléctrica durante estos días, aseguran que el abastecimiento está garantizado.
Alemania y Holanda también vivieron las temperaturas más altas jamás registradas el jueves, con 41,5 ºC y 39,4 ºC respectivamente.
El Instituto Meteorológico de Bélgica, por su parte, emitió advertencias de «código rojo» en la mayor parte del país, aconsejando a la población a tomar precauciones adicionales debido a las «temperaturas extremadamente altas».
El Instituto Real de Meteorología de Bélgica en la localidad de Kleine-Brogel, cercana a la frontera holandesa midieron el miércoles 39,9 grados, un pico que no se había alcanzado nunca en los 186 años que las autoridades llevan recabando datos.
Mientras, en Reino Unido los termómetros alcanzaron los 36,9 ºC, temperatura récord para un mes de julio.
«El cambio climático ha aumentado la probabilidad y la severidad de los episodios de olas de calor en toda Europa», dijo el servicio meteorológico nacional británico.
Una intensa ola de calor ya afectó a varias áreas de Europa el mes pasado, convirtiéndolo en el mes de junio más caluroso desde que hay registros.
Francia estableció un récord histórico de 46 ºC, según la Organización Meteorológica Mundial, y nuevos máximos se registraron también en República Checa, Eslovaquia, Austria, Andorra, Luxemburgo, Polonia y Alemania.
¿Es culpa del cambio climático?
Mientras que los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, ocurren naturalmente, «la investigación muestra que con el cambio climático es probable que se vuelvan más comunes, tal vez que se produzcan con tanta frecuencia como cada año», según la Oficina Meteorológica de Reino Unido.
«Lo que tenemos en este momento es esta muy cálida corriente de aire que viene del norte de África y que trae consigo un clima inusualmente cálido», dijo. «Pero sin el cambio climático no hubiéramos llegado a los picos que estamos alcanzando en este momento», le dijo Peter Stott, de la Oficina Meteorológica británica a BBC 5 Live.
Dicho departamento llevó a cabo un estudio el año pasado que encontró que Reino Unido tenía ahora 30 veces más probabilidades de experimentar olas de calor en comparación con el año 1750, debido a «la mayor concentración de dióxido de carbono (un gas de efecto invernadero) en la atmósfera».
Los registros que se remontan a finales del siglo XIX muestran que la temperatura promedio de la superficie de la Tierra ha aumentado aproximadamente un grado desde la industrialización.
Un instituto de climatología en Potsdam, Alemania, indicó que los cinco veranos más calurosos de Europa desde 1500 se registraron en el siglo XXI.
Los científicos han expresado su preocupación porque el calentamiento relacionado con el uso de combustibles fósiles tiene serias implicaciones para la estabilidad del clima del planeta.
Fuente: BBC, El País
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