SEO/BirdLife ha elaborado mapas que delimitan las zonas de España menos propicias para la implantación de instalaciones de energía eólica y fotovoltaica en función de su potencial impacto en aves y espacios protegidos.
El objetivo es contribuir a una transición energética coherente y alineada con la protección de la biodiversidad, con especial atención a la avifauna.
Para elaborar estos mapas, que ya ha puesto a disposición de administraciones, empresas y colectivos conservacionistas y ciudadanos, SEO/BirdLife -la más veterana de las ONG ecologistas española- se ha basado en información recopilada durante décadas a lo largo de múltiples estudios y censos, que permiten mejorar el conocimiento sobre las zonas más sensibles para las aves.
Las energías renovables deben jugar un papel fundamental ante el cambio climático y tienen que desarrollarse de manera responsable, para lo que es absolutamente imprescindible que las comunidades autónomas y el gobierno central elaboren y se ajusten a una planificación territorial vinculante y adecuada.
La falta de esta planificación ha llevado al planteamiento e instalación de proyectos eólicos y fotovoltaicos en zonas de alto valor ecológico, ya sea dentro de áreas importantes para las aves (IBA), en los límites de espacios de la Red Natura 2000 o en zonas prioritarias para especies amenazadas, provocando la pérdida y degradación de hábitats.
Mapas de compatibilidad eólica y fotovoltaica
Para evitarlo, los mapas de compatibilidad eólica y fotovoltaica elaborados por SEO/BirdLife tienen en cuenta, entre otros aspectos, la afección a la avifauna de las instalaciones, no contemplada adecuadamente en los mapas institucionales ya existentes.
Con los criterios utilizados, muestran que entre un 23 y un 26 % del territorio (según tipo de energía) presenta baja sensibilidad y, por lo tanto, menos riesgo para el despliegue necesario de las energías renovables en nuestro país
Por tecnologías y especies
Dado que hay especies más sensibles que otras, la organización ecologista ha elaborado un mapa para parques eólicos y otro para plantas fotovoltaicas.
En el caso de la energía eólica, se han incluido especies que, por sus hábitos, son más susceptibles de colisionar con las palas de los aerogeneradores (en su mayoría de grandes planeadoras), aquellas especialmente sensibles a la alteración del hábitat o a las molestias que supone la ubicación de estas infraestructuras.
Se trata de quebrantahuesos, buitres (negro y leonado), alimoche común, águilas (perdicera, imperial ibérica, real y pescadora), milano real, aguiluchos (pálido y cenizo), cernícalo primilla, halcón tagarote, cigüeña negra, grulla común, urogallo y alondra ricotí.
En lo que respecta a los grupos faunísticos que se ven más amenazados por el desarrollo de la fotovoltaica, destacan las aves agroesteparias, muy susceptibles a los cambios en el paisaje y a la aparición de nuevas infraestructuras al requerir grandes superficies abiertas.
La implantación en zonas inadecuadas supone una grave perturbación a su hábitat óptimo, cada vez más escaso y amenazado. Además, esta tecnología se plantea de manera habitual en terrenos que constituyen áreas de alimentación y campeo de rapaces.
Se encuentran, entre las especies más sensibles seleccionadas, el águila imperial ibérica, los aguiluchos pálido y cenizo, el cernícalo primilla, la avutarda euroasiática, la avutarda hubara canaria, el sisón común, la ganga ibérica, la ganga ortega, la alondra ricotí y el alzacola rojizo.
Fuente: EFEverde
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