La fundación es una iniciativa del empresario Masayoshi Son, el hombre más rico de Japón, para fomentar las energías limpias en su país tras el accidente atómico de Fukushima. Recientemente inició su andadura al nombrar director al experto sueco en bioenergía Tomas Koberger.
La Fundación de Energía Natural, establecida con 1.000 millones de yenes (casi 9 millones de euros) del patrimonio personal de Son, nombró a Koberger, ingeniero procedente de la Agencia sueca de Energía, por su experiencia en la administración de empresas que producen energía a partir de biocombustibles.
“Japón se está enfrentando a un asunto crítico, pero tiene la capacidad de superarlo, por eso he decidido aceptar este cargo”, explicó al diario local Koberger, que asumirá su puesto como director en septiembre.
El organismo creado por Son, fundador de la empresa de telecomunicaciones Softbank, contará con el asesoramiento de un centenar de investigadores de todo el mundo para orientar al Gobierno japonés en el uso de energías alternativas y pretende organizar además simposios globales sobre el tema.
Tras el terremoto del 11 de marzo y la crisis en Fukushima, Son decidió encabezar un movimiento para cambiar el panorama energético del archipiélago después de ser testigo de la devastación y el sufrimiento provocado por el terremoto y la crisis nuclear.
Son aboga por una combinación óptima, que aumente la seguridad de las centrales nucleares y promueva la energía limpia, dice un portavoz de Softbank, reconociendo la sensibilidad del tema. «Él no es ni se opuso a la energía nuclear, ni hace un llamamiento para la eliminación gradual de la misma.»
«Las centrales nucleares están fuera de servicio en un promedio mundial de 22 años, pero Japón sigue usando después de 40 años», dijo Son.«Desmantelemos las plantas que han completado 40 años, y sustituyamos su potencia de salida con la misma cantidad de nuevas fuentes de energía. Hagamos las compañías eléctricas comprar toda la producción de energía solar a precios fijos. Alemania y Francia ya lo están haciendo, y Japón se está quedando atrás. Esto aumentaría los costos, pero podría ser absorbido aumentando sólo 500 yenes (6,10 dólares) en las facturas mensuales de electricidad. Sería un buen negocio si se puede comprar con seguridad y garantía tanto dinero».
Además de la fundación, el empresario desveló desde marzo, junto a los gobernadores de 35 provincias niponas, una alianza que promueve las energías renovables y un proyecto para construir diez plantas solares de gran capacidad generadora, la primera de las cuales se construirá en Hokkaido, en el norte del país.
Fuentes: http://www.efeverde.com y http://goldsea.com
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