Un nuevo estudia contabiliza en 39 millones de empleos anuales los efectos de reducir a la mitad la huella ambiental de nuestro sistema productivo y de consumo a través de prácticas sostenibles.
La transición energética y productiva necesaria para estar en equilibrio con el planeta se estudia cada vez más con modelos complejos, resoluciones espaciales, escalas de tiempo y detalles tecnológicos. Y cada vez más investigaciones se centran en la dimensión humana y social de esta transformación, dando datos concretos de implicaciones distributivas y de empleo. Es el caso de un informe publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) que sostiene que reducir a la mitad la actual huella ambiental, además de los beneficios necesarios que proporcionaría al planeta, generar la creación de 39 millones de empleos anuales a nivel mundial.
El estudio ‘Reduciendo a la mitad la huella de la humanidad sobre la naturaleza para proteger nuestro futuro’ se publica poco más de un mes las negociaciones de Naciones Unidas sobre biodiversidad y tras anunciar la Convención Marco de Biodiversidad de la ONU la decisión de aplazar la COP15 presencial hasta 2022 a consecuencia de la pandemia del coronavirus.
El informe aconseja adoptar un nuevo objetivo mundial de biodiversidad y reducir a la mitad la huella de los modelos de producción y consumo, al tiempo que calcula que si los gobiernos cambian las actividades intensivas y contaminantes que dañan la biodiversidad por modelos sostenibles se podrían crear 39 millones de empleo mundiales en un año.
El documento, elaborado por Dalberg Advisors, precisa tres cambios de enfoque necesarios: realizar una contabilidad del capital natural en las cuentas nacionales y de empresas, la transformación sostenible de los modelos productivos de alimentos y la implantación de modelos de economía circular que minimicen los residuos producidos y la necesidad de recursos.
La tercer ronda de las negociaciones internacionales para lograr un nuevo acuerdo mundial sobre diversidad han comenzado de forma virtual este lunes en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), y el plan final está programado para ser adoptado en octubre de 2021, en la 15a Conferencia de las Partes del CDB en Kunming, China (COP15). Se espera que las negociaciones finales y la adopción se retrasen hasta que las reuniones presenciales sean posibles en 2022.
El director general de WWF, Marco Lambertini, ha subrayado que la reasignación del gasto hacia prácticas sostenibles no solo ayudaría a reducir el impacto sobre la biodiversidad, sino que también ayudaría a la transición hacia una economía positiva para la naturaleza y a reformar nuestro modelo actual de producción y consumo insostenible.
En este contexto, la organización ve con preocupación que el planeta no esté respondiendo “adecuadamente” a la crisis de la naturaleza, lo que también pone en peligro la capacidad para abordar la crisis climática y pone en peligro los recursos de los que depende la economía y la propia supervivencia.
La responsable del programa de especies de WWF España, Gema Rodríguez, ha declarado que las próximas negociaciones representan una “oportunidad para que los líderes mundiales”, 89 de los cuales han respaldado el compromiso de líderes por la naturaleza para revertir la pérdida de biodiversidad de aquí a 2030, intensifiquen y cumplan con sus compromisos, instruyendo a sus negociadores para asegurar un resultado transformador.
Fuente: Ágora Diario
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