La Secretaria General de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, declaró ayer que “el desarrollo rural reclama producir más y contaminar menos, lo que nos exige más investigación y más innovación”. García Tejerina ha trasladado este mensaje a los asistentes al acto de entrega de la certificación de la huella de carbono para el plátano de Canarias, que la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha otorgado a la Asociación de Productores de Plátanos de Canarias (ASPROCAN). Una certificación que acredita la veracidad del cálculo de las emisiones de gases efecto invernadero en la producción, distribución y maduración del producto.
García Tejerina ha valorado la concesión de esta certificación medioambiental, “la primera que obtiene todo el sector platanero de Canarias, y la primera que se concede a un sector agrario en su totalidad”. Un sector, ha recordado la Secretaria General, que consigue un valor en torno a los 150 millones de euros anuales, que genera el 57 por ciento de la producción europea de plátanos y que mantiene 18.000 puestos de trabajo.
La Secretaria General resaltó la repercusión del estudio sobre la huella de carbono, como herramienta para mejorar el funcionamiento de la cadena del plátano en tres planos: el medioambiental, el productivo y el comercial. Desde el punto de vista medioambiental ha indicado que la cuantificación de las emisiones de CO2 en las etapas de campo, de empaquetado y de distribución y maduración del producto, “ofrecerá la posibilidad de aplicar planes de reducción, y de neutralización de dichas emisiones”, contribuyendo así a mitigar el cambio climático.
Por otra parte, señaló que la determinación del balance de CO2 a lo largo de toda la cadena del plátano identificará las fases del proceso en las que se produce mayor volumen de emisiones de gases de efecto invernadero. “Esto permitirá plantear alternativas técnicas para mejorar la eficiencia energética y productiva”, ha explicado García Tejerina.
Otra ventaja añadida que, según ha indicado la Secretaria General, ofrece el estudio sobre la huella del carbono, es su valor como herramienta de marketing, generando nuevas posibilidades de negocio, sobre todo en los mercados internacionales, “donde la ecoetiqueta da respuesta a la demanda social y medioambiental que existe hoy en día”.
Actuaciones del Ministerio para la reducción de CO2
En el marco del reto que supone mitigar el cambio climático y reducir las emisiones puntuales de CO2, García Tejerina ha destacado la labor y el compromiso del Ministerio, que se plasma en la próxima creación de un “Sistema Nacional de Cálculo, Reducción y Compensación de la Huella de Carbono”, dentro del cual se encuadrará el “Registro Nacional de Empresas con huella de carbono calculada”.
En ese Registro, ha indicado García Tejerina, se inscribirán las empresas que calculan su huella, los proyectos que reduzcan emisiones de gases de efecto invernadero y la compensación a través de sumideros forestales. “El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, estimular a las empresas a que calculen su huella de carbono, a que establezcan planes para su reducción o compensación y promover sistemas de eficiencia energética”, ha añadido.
También ha anunciado la elaboración, por parte del Departamento, de una Estrategia de Sostenibilidad de la Industria Agroalimentaria, en la que se determinará la huella medioambiental en el ciclo de vida del producto.
“La huella del carbono permitirá a las empresas reducir sus costes y seleccionar con mayor eficacia y eficiencia sus acciones e inversiones y, como no, mejorar su imagen de compromiso con la protección del medio ambiente”, ha concluido García Tejerina.
Fuente: http://www.magrama.gob.es
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